GROENLANDIA - LAGO TITIKAKA - PATAGONIA - ANTÁRTIDA.


Vivíamos en un Palacio
con nuestros abuelos y padres
en Groenlandia
muy muy arriba
rodeados de nieve inhabitada
en las montañas heladas
de la sabiduría y la inteligencia
divinas y eternas.

Lo teníamos todo
tanto que no nos dábamos cuenta
de nuestras posesiones internas.

Nuestros padres se avergonzaron
de tanta herencia inmerecida
y optaron restringirse
y abandonaron el palacio de las nieves
para vivir junto al mayor lago de los mundos
también a gran altura.

Allí vivímos en familia
con el recuerdo
del anciano de blancas barbas
felices y en grupo
pero los hijos, nosotros
volvímos a sentir esa vergüenza masculina
y pedímos a nuestros padres
que igual que ellos
nos dejaran achicar las comodidades espirituales
y abandonar aquél hogar
para descubrir nuevas tierras
y ampliar el reino.

Acabamos en la Patagonia
muy abajo
y algunos de nuestros hermanos
todavia más abajo
en un lugar parecido a la tierra de los abuelos
la Antártida.

En esos lugares
era muy difícil llevar una vida
parecida a las anteriores,
así que decídimos reunirnos
el mayor número posible de hermanos
y en meditación conjunta
mandar emisarios a padres y abuelos
para que nos indicaran el camino de vuelta
que habíamos olvidado
ya que eramos la generación número...
ya ni nos acordábamos del árbol familiar.

Y en eso estamos
confiados en que los espías
vuelvan pronto con buenas nuevas
y ya tenemos las maletas preparadas
para tan largo viaje
que aceleraremos
debido a las nuevas tecnologías de comunicación
y transporte
que intuyendo nuestro deseo de retorno
hemos ido desarrollando
en todo este tiempo de vivencias del desamparo.