Namasté

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sábado, 1 de junio de 2013

Crónicas de Àvalon

Acabo de leer "Crónicas de Àvalon",de nuestro querido Emilio. 
Por fín me he decidido a leerlo , pues antes no me había llamado la atención,  esperaba encontrarme una historia de fantasía,  pero cual ha sido mi sorpresa, que es lo más real que he leído nunca.
Os traigo un extracto de dichas Crónicas,  y os animo a leerlas, me han gustado mucho.
En el bloque derecho, encontráis un apartado llamado "Emilio Carrillo", si entráis,  accedéis a su blog, y a su web asociada, donde podéis descargar todos los libros,  vídeos, charlas....de forma totalmente gratuita.

Mientras tanto, espero que disfrutéis de esta lectura.

Besos y abrazos.

___________________________________________________________________________

                           I
La vida física se desarrolla en la Tercera Dimensión, definida por el espacio- tiempo finito, la materialidad y la dualidad en tensión. Inmersos en ella, hombres y mujeres tienden a creer que las Dimensiones de mayor rango, a las que llaman celestiales y angelicales, son más sutiles, abstractas, difusas y difíciles de "ver". Nada más lejos de la verdad, pues esas Dimensiones son radicalmente reales, mientras que la Tercera es puramente holográfica. La Tercera Dimensión conforma un escenario virtual revestido falazmente de solidez por medio de una materialidad que no es tal, sino energía y vibración de bajo nivel frecuencial.  
                           II  

En el escenario virtual de la Tercera Dimensión, cada cual interpreta un papel y un guión definido en cada momento por el grado de consciencia con el que se identifica y la visión del mundo y de su propia vida a tal grado consciencial asociada. De instante en instante, de momento en momento, cada persona proyecta el grado de consciencia que hace suyo sobre el marco virtual en el que se desenvuelve, configurando lo que denomina realidad, que, no obstante, considera algo objetivo y ajeno a ella misma. Pero esa realidad nada tiene de objetiva, al contrario, es totalmente subjetiva y carece de entidad real, es pura ilusión. Desde su consciencia interior, aunque no se percate de ello, el ser humano moldea y configura el exterior, que, sin embargo, estima algo impuesto, extraño a él mismo. Y al ser multitud las personas que actúan en el escenario virtual, las proyecciones conjuntas de todas ellas conforman una gran Matriz Holográfica-Virtual. La coherencia o proximidad entre las distintas proyecciones es la base la Ley de Atracción.  
                       
                          III

La Madre Tierra, auténtico ser viviente, cumple la función para la Humanidad de gigantesco Teatro-Matriz Holográfico donde cada persona interpreta el papel ligado al grado de consciencia que en cada momento asume, interactuando con los papeles y guiones desplegados por sus demás congéneres. La adquisición de consciencia individual, primero, la cualificación altruista de ésta, después, y, finalmente, la experiencia del Amor Incondicional y el despliegue de tal Amor en la cotidianeidad constituyen la razón de ser en la Creación de tan espectacular Matriz Holográfica.  

                          IV   

Confeccionadas con Esencia divina en forma de vibración, como quien teje una red con ondas de energía, y basadas en unos mismos principios emanados del Diseño Inteligente de cuanto Es y Existe, hay múltiples Dimensiones en la Creación y muchos Multiversos, cada uno con multitud de Universos. Todos tienen en tal Esencia su anatomía sutil, por lo que el Amor fluye por la totalidad de las Dimensiones y explica el por qué de cada una de ellas, sea cual sea su rango específico, impregnando la globalidad de modalidades de vida y experiencias conscienciales que en ellas se desarrollan. El Amor es Uno, no admite distinciones interdimensionales, identifica y fusiona la Creación hasta hacer imposible su separación en partes y constituye lo único Real que un ser humano puede proyectar sobre el escenario virtual de la Tercera Dimensión en el que despliega su vida física.  

                          V

Muchas personas, desde el grado de consciencia que asumen, quieren cambiar el mundo para adaptarlo a su visión particular del mismo. Y se plantean actuaciones y maneras para transforma la realidad material en la que viven. Pretenden, con ello, transformar lo exterior desde el exterior, lo material desde lo material, el océano desde las olas. Nada consiguen con ello, salvo continuar enredados en el juego virtual que es la naturaleza intrínseca de ese mundo, la esencia innata de esa aparente realidad.

                        VI

El ser humano sí puede cambiar el mundo, pues cuenta con fuerza y energía suficientes para transformar la Matriz Holográfica en la que se desenvuelve. Pero el poder para ello radica en su interior: es desde su interior y desde la metamorfosis profunda como las personas pueden cambiar el exterior. La clave para ello es el Amor. Si proyectas Amor en el escenario virtual, éste mutará fehacientemente. Y si proyectas constantemente Amor Incondicional, sin excepciones, absoluto y puro, alcanzarás el Gran Cambio: la Matriz Holográfica empezará a diluirse ante tus ojos y dejarás de interpretar un grado de consciencia para ser Consciencia plena, comprobando que Todo es Perfecto.  

                           VII

En la Matriz Holográfica en la que cada uno representa el papel que corresponde al grado de consciencia que asume y la visión del mundo que hace suya, la Experiencia Consciencial es lo único Real. Ni la identidad personal, ni la idea de ser son verdaderas, sólo la Experiencia Consciencial. Por ello se puede afirmar: no disfruto de la felicidad, Soy la Felicidad; no siento alegría, Soy la Alegría; no experimento dolor, Soy el Dolor; no tengo sentimientos, Soy el Sentimiento; no noto sensaciones, Soy Todas las Sensaciones; no Amo: Soy el Amor; no existo: Soy. Y Soy sin Ser, pues No Ser es la manifestación perfecta de Ser. Soy porque no Soy: Soy porque Cristo Es. No Soy, sino que Soy Él, pues Él, y no yo, y el Padre/Madre a través de Él, es quien vive en mi la Experiencia Consciencial.  

                         VIII

La Experiencia Consciencial subyace en la Matriz Holográfica y fluye en ella energética e interactivamente, configurando una Red Consciencial. En el Gran Teatro del Mundo, esta Red Consciencial es lo único Real, lo único que Es. En cambio, nada de lo que la Matriz muestra, con apariencia de solidez material, existe en realidad. Los objetos, cosas y cuerpos físicos que nuestra mente intelectualiza y de los que nuestros sentidos racionales se percatan conforman sólo el escenario virtual de ese Teatro. Son meros hologramas  generados por ondas vibratorias con diferentes gradaciones frecuenciales.

                         IX    

La Red Consciencial produce en sí misma una condición profundamente Inteligente, una Consciencia absoluta, pura y sin límites. En ella se integra la dimensión espiritual del ser humano, aunque su mente y sus sentidos físicos suelan permanecer ajenos a ello y sólo perciban los hologramas virtuales. La llamada racionalidad no da más de sí.  

                           X

Nada de lo que tu mente pueda intelectualizar existe en la Realidad; nada de lo que tus sentidos puedan racionalizar es Real. Lo que parece ser, no es; lo que aparenta no ser, es. Es una auténtica Paradoja de Consciencia que sólo el Amor puede resolver.  

                           XI

Falsa es cualquier cosa que surja de una observación donde tú estés por un lado y el mundo por otro; falaz es cualquier idea que emane de un diálogo entre un sujeto, lo que tú piensas que eres, y un objeto, lo que tú crees que no eres. Mientras te mantengas en estas dicotomías, tú y el mundo, sujeto y objeto, todo lo verás en clave de separación y dualidades y permanecerás ciego ante la verdad. Para percatarte de la esencia de la Experiencia Consciencial has de ir más allá de la intelectualización de la mente; para percibir la naturaleza de la Red de Consciencia debes trascender de la racionalidad de tus sentidos.  

                         XII

Cuando no contemples separación alguna, ninguna dicotomía entre sujeto y objeto, alcanzarás otras formas de percepción mucho más genuinas y certeras. En ellas no hay observador ni observado y se expande la Consciencia. Esto se llama No Dualidad: permite que aflore nuestra Sabiduría innata, posibilita que fluya la intuición y la inspiración y hace que rija la Providencia divina. En la práctica, la percepción basada en la No Dualidad se traduce en estar presente, alerta y atento, en experimentar acorde con la intensidad de cada instante, en convertir cada momento en único, en vivir conscientemente la Vida y disfrutar plenamente de ella.  

                            XIII

La mente genera la separación entre sujeto y objeto, funciona a través de imágenes y actúa siguiendo hábitos. La separación entre tú y lo que no eres tú produce el rechazo a una parte de la Vida y, con ello, a la Vida misma, la Vida Real, que nada sabe de dicotomías y dualidades. Las imágenes hacen que concibas el mundo de manera superficial, por las apariencias, que etiquetes a cosas y personas y efectúes juicios y prejuicios. Los hábitos mentales producen condicionamientos y limitan tu capacidad de comprensión de la Realidad, encasillándote en esa forma habitual de percibir e interpretar los hechos y situaciones.  
                            XIV

La separación entre sujeto y objeto, las imágenes y los hábitos no son la Realidad, sino la forma de operar que sigue la mente. Tú no eres ni estás separado de nada que sea, haya existido o existirá. Y la Realidad no es ni las imágenes ni los hábitos que usa la mente en su funcionamiento Tampoco eres tus pensamientos, pues se generan y fluyen por la mente a su antojo, incluso aquellos que no te gustaría tener, sin que tengas control sobre ellos. ¿Quieres sentir la libertad que está en tu Esencia y disfrutar de la Providencia divina?. Pues no fragmentes la Vida con dualidades; mira más allá de las imágenes; actúa más allá de los hábitos; no te identifiques con tus pensamientos; y vive sin preocupaciones en el ahora, el único sitio donde la Vida existe.

                         XV

Existo por encima de dualidades, imágenes, hábitos y pensamientos. He superado cualquier identidad personal y he trascendido de la propia idea de ser. Soy manifestación de la Consciencia Perfecta. Yo Soy Consciencia: aquello que siempre permanece, aquello que siempre Es. Con un libro entre tus manos, quedas absorto en su trama, personajes y situaciones. ¿Donde estas tú?, ¿quién eres tú en ese momento de total abstracción?. Pues lo que eres: no una persona, no un ser, sino Consciencia en estado puro más allá del tiempo y del espacio. Contemplas un paisaje o una puesta del sol y te concentras en su belleza. ¿Donde estas tú?, ¿quién eres tú en ese instante de absoluta concentración?. Consciencia fuera del tiempo y del espacio.  

                           XVI   

Concentrado en la experiencia, la que sea, y viviendo en el momento presente, te vuelcas en la percepción de la misma y sientes lo que eres y Es: Consciencia. Puedes constatar entonces nítidamente que no hay nada más en tu Vida, ni en el Universo, ni en la Creación. No existe tu pretendida personalidad, ni sujeto ni objetos, ni ser. Fluye la Consciencia y se plasma en Experiencia Consciencial. No hay más; no hay menos. Tu querido yo y cuanto te rodea se desvela como lo que Es: un Gran Teatro, una fabulosa Matriz Holográfica minuciosamente moldeada y configurada en el contexto del Diseño Inteligente del Universo con un único objetivo: que la Consciencia experimente y, experimentando, se expanda.  

                         XVII   

Concentrado  y abstraído en la experiencia, ocurre un hecho mágico y misterioso para la racionalidad: no tienes consciencia de ti; tu mí mismo, se diluye, desaparece. A la par, adquieres plena Consciencia de la Experiencia en sí, que deja de ser algo ajeno a ti, para ser tú mismo, por encima de tu identidad personal y de tu ser. En ese momento presente, no hay dualismos; y decimos que el tiempo pasa volando. Y tanto, pues la Experiencia Consciencial es interdimensional y está más allá del tiempo y del espacio. La Experiencia Consciencial fluye entonces con toda su fuerza, belleza y pureza, mostrando que es lo único que Existe en el Gran Teatro del Mundo, donde todo lo demás es virtual, incluida tu realidad física y el papel que asumes y llamas personalidad.  

                         XVIII

De tu Voluntad, que es intención plasmada en acción, y sólo de ella depende cómo quieres vivir tu actual encarnación en el plano humano. Puedes instalarte en un grado de consciencia, con la visión de ti mismo y del mundo que conlleva, y subir al escenario virtual para interpretar el papel a tal grado asociado. Asumirás, así, como real lo que sólo es ficción, incluida la falacia de tu propio yo. Y defenderás con vehemencia y entusiasmo meras ilusiones y creencias imaginarias que dimanan de la Matriz Holográfica que conforma el Gran Teatro del Mundo. O puedes optar por la Consciencia Perfecta, no un grado de consciencia, sino todos y ninguno a la vez, sin incorpórate al escenario virtual ni interpretar papel alguno, sólo disfrutando de la Experiencia Consciencial, lo único que verdaderamente Es.  

                      XIX

¿Qué te impide disfrutar de la Consciencia Perfecta?. Nada real, sólo tus miedos y autobloqueos conscienciales. En ella y desde ella, puedes caminar o cocinar, sentir, dormir, amar,… De hecho, en Consciencia Perfecta es como mejor harás todas estas cosas, pues es un estado de percepción pura en el que se vive el aquí y ahora y se logra ser plenamente humano. Todo tendrá la misma apariencia, pero todo será absolutamente diferente. La Matriz Holográfica se manifestará ante ti con claridad meridiana, dejando de ser el laberinto en el que enredas tu existencia, la cárcel en la que te encarcelas, y convirtiéndose en un instrumento de tu acción consciente al servicio de la expansión de la Consciencia y de tus congéneres.  

                          XX

Todo es tan bello y sencillo. Sólo la inmersión en el Gran Teatro del Mundo, dificulta contemplar lo simple y hermoso que es todo. Sí, lo dificulta, pero no lo imposibilita… Los sentidos físicos y la mente están diseñados para moverse por esa Matriz, no para captar la verdad que hay tras ella. Pero la dimensión interior del ser humano sí puede percibirla. Cuando se logra, sólo puede salir de la boca: ¡no vivo yo, es Cristo quien vive en mí!. Y ese mí, enaltecido de Felicidad, se diluye unificado en la energía crística y, a través de ella, en el Padre/Madre. Entonces, los miles de millones de galaxias  y de flores, los Universos multidimensionales y las bandadas de pájaro, todo, todo sin excepción se plasma en algo único, lo único que realmente Es, la Esencia del Padre/Madre: Amor.

¡Gracias  Emilio!

3 comentarios:

  1. Gracias preciosa por los recordatorios.
    Ya los leí en su día. Soy Miss Fantasía y siempre me han atraído todas las historias "diferentes".
    Se me ocurre que la Fantasía es más Real que nuestra realidad ¿o no?
    Abrazos.

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  2. gracias cristi;el apartado dentro de las cronicas el gran teatro del mundo es por si solo un tratado espiritual-

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    1. Gracias Cristi y de acuerdo con Braulio, éste trocito contiene todo.

      Noska, la fantasía es la realidad holográfica que formamos por la percepción de la Realidad Todo, por nuestros sentidos físicos, que por ser animales o de supervivencia, ven sólo lo que le conviene para tal fin...se lo que quieres decir, que por fin nos enteramos que ésto es una fantasía y lo otro, lo que creíamos fantasía es la pura realidad...que iremos re-conociendo, a medida que desarrollemos nuestra alma con sus cinco nuevos sentidos, todos ellos relacionados con el amor y la misericordia, caridad, empatía, hermandad...

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