Puede que alguna vez hayas estado en la prisión del pensamiento.

¿Te has sentido alguna vez preso por unos pensamientos que vuelven una y otra vez?

¿Has sido consciente de que no te conviene seguirlos? son negativos, solo te aportan preocupación y desesperanza, pero una y otra vez vuelven a ti.

Enciendes un cigarro o tomas una copa…da igual, eso solo te alivia un breve espacio de tiempo. Y de nuevo están ahí.

Machacando tu cabeza, amargándote el momento. Tus hijos te reclaman, te llaman, pero estás absorto en ese pensamiento, realmente es como si estuvieras preso si, en la prisión del pensamiento.

Por que no estás mas que físicamente. Tu cuerpo esta pero no tu atención. Puede que vayas conduciendo y esos pensamientos vuelvan, y claro, al sentir esa frustración, preocupación o desesperanza tocas la bocina a cada coche que se interpone en tu camino o no avanza en la caravana.

Puede que incluso abras la ventanilla e insultes a ese automovilista que hizo una maniobra que no te gustó. Solo hace falta que se pare y te haga frente, en ese momento hasta serias capaz de estrangularlo. Pero tu no eres así, eres una persona tranquila te dices a ti mismo/a. Tan solo pasa que tienes un mal día.


Un día en el que nada mas despertar apareció ese pensamiento que tanto te agobia. Como estabas dormido ni te enterabas, pero en el momento que despertaste apareció de nuevo. Anoche te costaba dormir, al final, el sueño, por fin te venció. Pero al despertar sientes que todo sigue igual, y que nada ha cambiado.


Date cuenta, mientras dormías no pasaba nada, estabas en paz. Todo era igual que justo el momento en que despertaste, tan solo que ese pensamiento volvió a tu mente y vino el desastre…a tu mente. En el mundo exterior a tu pensamiento, todo sigue igual.

¿Has pasado alguna vez por delante de una prisión?

Ves unos muros altos, forrados de alambres y vallas protectoras. Nadie puede salir de allí. Tu estás fuera, ellos dentro. Hace un día soleado, esplendido, el sol comienza a calentar y da gusto pasear por los parques o el campo. Para los que están presos el día soleado viene a ser lo mismo que un día nublado. No pueden disfrutar de la libertad, de pasear, oler las flores, escuchar los pájaros cantar, ver la vida fluir…

Pero si esos presos pudieran salir, lo harían, ¿no crees? encerrados entre cuatro paredes no parece una buena forma de pasar la vida, una vida que no se va a repetir.

Así puedes estar tu en la prisión del pensamiento. La única diferencia con una real es que en la del pensamiento nadie mas que tu tiene la llave de la puerta. Si tomas conciencia de ello puedes coger la llave y salir, a disfrutar del sol, de las flores, de la risa de los niños…de la vida.

Se que puede parecer difícil, upss primer error, calificar las cosas en fáciles o difíciles. Si buscas un mundo fácil lo mas probable es que lo que veas sea un mundo difícil. Se sobrevaloran demasiado estas palabras.

También puedes pensar que tu no tienes la llave para salir de esa prisión. Que eres una victima de las circunstancias y que por “culpa” de lo que te pasó o te hicieron estas allí dentro.

Pues tus pensamientos pueden ser observados. Mindfuness te ayuda a desapegarte de ellos. Intentar escapar a la fuerza no sirve. Igual que en una prisión de la vida real, intentar escapar consigue lo contrario, que te encierren aún mas dentro.

No luches para acallar esos pensamientos. Crees que es lo que hay que hacer, no te culpo por ello. Nos han enseñado a negar o intentar escapar de lo desagradable. Precisamente eso es lo contrario a lo que debes hacer para liberarte de esa prisión.

Cuando sueltas, aceptas y rechazas toda lucha, esos muros se desvanecen delante de tus ojos. Si, puede parecer algo milagroso, pero creer en que va a suceder es lo que obra ese milagro. Negar la posibilidad de que se cumpla, lo que hace, es precisamente el efecto contrario, es la “profecía autocumplida”. Haz la prueba, al final eres lo que piensas, y actúas de acuerdo a ese pensamiento.


Tus pensamientos crean tu realidad. El mundo que ves y conoces es el resultado del pensamiento de otras personas que crearon la silla sobre la que te sientas, o la tecnología que hace que veas esto en un ordenador. Esto es solo un pequeño ejemplo para que te des cuenta de que todo lo físico antes estuvo en la mente de alguien.


Sin entrar en la valoración de fácil o difícil lo que si has de entender es que desactivar esa forma automática de pensar que te lleva a sentirte preso de tu mente necesita de una practica regular.


Las técnicas de Mindfulness se basan en la meditación como practica llamada “formal” y la atención consciente a los momentos de la vida diaria como práctica “informal”.

Las técnicas de Atención Plena o Mindfulness provienen de las milenarias practicas usadas sobretodo en zonas de Asia, India, China, etc, provenientes del Budismo aunque no son exclusivamente procedentes de allí.

La práctica habitual y hacer de ellas un modo de vida es la forma de desactivar ese comportamiento que te ha causado tanto sufrimiento.

El compromiso es clave para que algo sea efectivo. Una vez has desarrollado el habito diario de meditar y hacer otras practicas de atención plena se convierten en algo que ya forma parte de tu vida.


Cada vez mas personas encuentran alivio a su sufrimiento en esta forma de vida. No quiere decir que de pronto tus problemas desaparezcan. Tal vez sigas sin trabajo, tengas una enfermedad, hayas vivido una perdida, o lo que te este preocupando en este momento siga presente, pero con el enfoque Mindfulness eres capaz de observar cada pensamiento, darte cuenta de que ha aparecido y actuar en consecuencia.

Cuando te dejas arrastrar por un pensamiento y parece que se instala en tu mente es que aún no has desarrollado la capacidad de verlo como algo pasajero, transitorio, y que además no tiene una entidad física, y que aunque se base en algo que percibes como real, lo cierto es que no lo es.

Recuerda lo que te decía mas arriba sobre tus pensamientos cuando estas dormido. Los problemas siguen ahí, pero como duermes no te enteras ni te afectan. Es lo mismo si alguien que esta a un kilómetro de ti te insulta, como no lo oyes seguro que no te puede afectar, seguro que no sucede igual si te lo dice a dos metros de distancia.

Esto demuestra que no nos afecta lo que nos pasa sino la forma de reaccionar ante lo que nos pasa. Por eso, cuando cambias al enfoque Mindfulness aprendes a responder y no reaccionar. A aceptar aquello que sucede, intentando cambiar o solucionar lo que este en tu mano, y dejando estar lo que escapa a tu control.


No puedes controlar un mundo que se rige por unas normas que tu no has creado, tan solo puedes “surfear” en ese mar en el que estas, y aunque haya grandes olas mantenerte de pie y estable sobre una simple tabla.

Recuerda, se puede salir de la prisión del pensamiento. Ten fe, esperanza, confianza y paciencia, en la vida hay dificultades, cierto, yo espero haberte aportado alguna ayuda para que descubras otra forma de percibir esa realidad que te hace infeliz.

De corazón, espero que te sirva. Ahora la llave esta en tus manos.

Adelante!

Comparte si te ha gustado o deja tus comentarios. También puedes suscribirte para recibir GRATIS un mini curso de introducción a Mindfulness.

Gracias.