Namasté

¡Hola!, bienvenid@

Namasté , "La luz de Dios en nosotros, celebra su presencia eternamente en nuestros corazones"

martes, 29 de diciembre de 2015



                                                           DESDE LAS PLEYADES


Estás a punto de entrar en una nueva forma de ser que sólo fue entendida en el Mundo Antiguo; el Mundo Moderno casi no tiene idea de lo que estamos a punto de discutir, y por lo general, ni sabe que existe. Sin embargo, esta manera de ser es exactamente lo que tú, el Mundo Moderno, necesitas en este momento de la historia, pero probablemente no lo sabes. La humanidad es como la mariposa momentos antes de salir de su capullo. Todo lo que conocía está a punto de cambiar, y un mundo totalmente nuevo está a punto de surgir.
-El Ouroboros Maya por Drunvalo Melchizedek

viernes, 11 de diciembre de 2015



                                               DESDE LAS PLEYADES


DESPIERTA SOMOS UNO.



Einstein nos había revelado que todo cuanto existe en el Universo es energía.
Lo que creemos objetos y materia, no es otra cosa que energía en una frecuencia má...s lenta.
La razón es que las partículas que constituyen el átomo no están nunca en reposo, sino en constante movimiento generando energía, la cual se va condensando (por decirlo así) hasta darnos la ilusión de que hay objetos sólidos.
Para entender de manera muy sencilla ese fenómeno, imaginemos una hélice, la cual al girar a gran velocidad desaparece de nuestro campo de visión, en cambio a medida que pierde velocidad, se va haciendo visible hasta llegar el momento en que deja de girar y convertirse en un objeto solido que podemos ver y tocar.
Lo que Einstein nos demostró con su formula famosa E=MC (Energía es igual a Masa por velocidad de la Luz © al cuadrado) es que la masa a altísima velocidad (velocidad de la luz al cuadrado) se convierte en energía y viceversa. Lo que significa que lo único real que existe en todos los planos es la energía en diferentes manifestaciones.
Ahora bien, como la energía es vibración, todo y esta vibrando permanentemente: nuestro cuerpo, el planeta que habitamos, la galaxia…el universo… y para que exista el Cosmos (cosmos quiere decir armonía vs. caos que es desorden), estas vibraciones están sincronizadas, o sea, mantienen un mismo nivel vibratorio.
Con el cambio planetario que se está produciendo, la vibración cósmica se ha acelerado, pasando de una tercera dimensión a una cuarta dimensión, por lo que para mantenernos sincronizados con el universo, nuestra vibración también se está acelerando.
Esa es la razón de muchos cambios que estamos experimentando; algunos de ellos dolorosos y traumáticos: guerras, explotación a todo nivel, agresión a mujeres, niños, ancianos, corrupción, hambrunas. Y a nivel personal, dolores persistentes principalmente en la espalda y las articulaciones, jaquecas, calambres raros, gripes larguísimas, mareos frecuentes….
Pero para nuestro consuelo recordemos aquella frase de que nunca es más oscuro que cuando va a amanecer ¡Y ya esta amaneciendo!.
La Tercera Dimensión (3D).
El estado de conciencia en esa noche galáctica, está determinado por el predomino del hemisferio izquierdo del cerebro, sede de la mente racional y la vibración resultante es la Tercera Dimensión 3D.
La 3D es como una caja de creencias rígidas con un conjunto de reglas y limitaciones relativamente inflexibles. Una de las características de la 3D es la dualidad: derecha/izquierda; alto/bajo; bueno/malo; feo/bonito; gordo/flaco; cielo/infierno.
Otra característica es el tiempo lineal: pasado-presente-futuro. Como hemos estado sumergidos-as en este patrón desde que nacimos, una de las limitaciones precisamente de la 3D es creer que “así es y punto”. Además, debido a que estas creencias son compartidas por toda la gente y, los eventos parecen confirmarlas, resulta muy difícil salirnos de esa caja y aceptar que existen otras alternativas.
La 3D no ofrece posibilidad de elección. Nosotros no elegimos nuestros pensamientos y acciones, sino que reaccionamos a partir de creencias y condicionamientos pre-existentes, en relación a las personas y situaciones que aparecen en nuestro espacio-tiempo. Todo en la 3D está condicionado.
El amor autentico o el concepto de paz incondicional, por ejemplo no existen en la 3D. Si usted experimenta esos sentimientos es porque esta vibrando en la 4D. En la experiencia terrenal actual, tenemos acceso a la conciencia tanto de 3D como de 4D, pero la mayoría de nosotros rara vez nos salimos de los hábitos rutinarios de pensamiento y sentimiento de 3D.
Sin embargo las crecientes energías de luz y frecuencias del Cambio están recableando nuestros cerebros para permitirnos acceder a una gama mucho más amplia de información y posibilidades que nos permitan asumir e integrar en nuestras vidas la frecuencia más armónica de la 4D.
La Cuarta Dimensión (4D).
En la 4D desarrollamos las facultades del hemisferio derecho, activando la intuición y el sentimiento. Por eso se habla también de que es una era donde las mujeres serán visibles. Realmente es la energía femenina (yin), de la cual también participan los hombres, la que volverá a brillar. En la 4D se fortalece la confianza en nosotros-as mismo-as y en el mundo. Los miedos, al igual que los fantasmas empiezan a esfumarse. Las reglas de la conciencia de 4D proporcionan una mayor sensación de facilidad, posibilidades y capacidades diferentes a las rígidas estructuras de la 3D. El tiempo en la 4D es siempre tiempo presente. La conciencia está en lo que está sucediendo ahora mismo. Podemos observar cualquier evento del pasado o futuro simplemente como información a tener en cuenta, pero desapegados-as de esos momentos.
En lugar de reaccionar con definiciones rígidas y pre-establecidas (por otros) a cualquier experiencia, en la 4D podemos elegir nuestra versión y nuestras respuestas.
Así pues, en la medida que nos adentremos en la conciencia 4D, en tiempo presente, con el poder de elección y la capacidad de respuestas, adquirimos la posibilidad de realzar nuestra felicidad y bienestar e ir deshaciéndonos de todo lo que “no somos”. Las personas van a poder verse a sí mismas, porque hasta eso les estaba vedado en la 3D. Desecharemos con facilidad las emociones y pensamientos negativos, los cuales pertenecen al pasado o al futuro: miedos, remordimientos, rencores, celos, desconfianza. Comprobaremos con alegría que nuestras intenciones empiezan a hacerse realidad casi de inmediato. Ya somos testigos de un sinnúmero de coincidencias que se suceden a cada momento, porque el tiempo y el espacio, no nos condicionan. Las viejas amistades están reapareciendo. Cada vez nos importan menos las ofensas que en la 3D constituían un motivo de rabia y resentimientos. Estamos aprendiendo a reírnos de nuestros errores y metidas de pata. Nuestro ego está dejando espacio al nosotros.
En la noche galáctica, surgieron por doquier, doctrinas, maestros, gurús, profetas, ayatolas…. quienes cada uno con su propio foco trataron de alumbrarnos el camino su camino, con la intención de ayudarnos a no tropezar demasiado, pero fueron luces de poca intensidad y amplitud, que generaron una gran variedad de enseñanzas, por lo que a pesar de buscar un mismo objetivo se han tropezado continuamente. Pero ahora, con la nueva luz universal todos tenemos la posibilidad de decidir la ruta que nos conviene seguir y sobretodo descubrir que el Dios que tanto buscábamos afuera y arriba, está en nuestro propio corazón.
Ahora bien, la conciencia de la 4D no será una opción a largo plazo. La 4D es una especie de trampolín de corta duración que nos permite armonizarnos con las nuevas vibraciones galácticas a fin de poder acceder a la Quinta Dimensión (5D), que es la meta para la Tierra y todos sus habitantes. En la 5D el hemisferio derecho y el hemisferio izquierdo funcionaran armoniosamente. Pero ese es otro tema.

     

                                                   DESDE LAS PLEYADES


Amar lo que es

Una de las principales causas de sufrimiento de los seres humanos es el deseo constante de que las cosas sean diferentes a como son en la realidad. Si nuestro país enfrenta una crisis, añoramos que todo fuese como antes. Un antes que posiblemente no valoramos. Si nuestra pareja es tímida, nos gustaría que fuese más extrovertido/a. Si está lloviendo desearíamos que estuviera soleado y viceversa.

Siempre estamos anhelando lo que no poseemos. Esto nos mantiene inmersos en una eterna frustración, mostrando una carencia de agradecimiento por lo mucho que sí tenemos.

No se trata de no querer que las cosas sean mejores. De hecho, a lo largo de la historia, la insatisfacción de los seres humanos ha permitido el progreso en muchos ámbitos de la sociedad, la ciencia, las artes y la tecnología. El asunto es cuando se vuelve crónica, dejando de ser un estímulo, para convertirse en un estado de negatividad constante… una forma de asumir la vida.

Esta insatisfacción perenne la reflejamos también en la poca tolerancia que mostramos hacia la forma de pensar y reaccionar de los demás, solo por el hecho de que éstas no se adecúan a nuestras expectativas. Así vamos por la vida sintiéndonos dolidos si alguien a quien le hicimos un favor no responde de la misma forma cuando lo necesitamos.
Hay un libro de Katie Byron que me encanta, por la simplicidad con que esta nos invita a enfrentar las circunstancias de la vida: Amar lo que es. A través de este, su autora nos hace un llamado para que aprendamos a aceptar y reconocer el valor de las cosas y las personas que nos rodean. No se trata de resignarnos con lo que hay, sino de aprender a amar nuestras circunstancias como punto de partida para lograr el cambio.

Esta autora americana, quien antes de escribir el libro pasaba por los momentos más oscuros de su vida, sufriendo una profunda depresión y pensado incluso en el suicidio, sostiene que “la realidad es siempre más amable que las historias que contamos sobre ella”y que cualquier molestia que tengamos con los demás es, en el fondo, algo de nosotros mismos que nos molesta. Los demás nos sirven de espejo, reflejando aquello que no somos capaces de ver o aceptar en nosotros mismos. Por esta razón nos empeñamos en cambiarlos, porque resulta más fácil pretender la transformación del otro que la de uno mismo.

Con la firme convicción de que “lo que provoca nuestro sufrimiento no es el problema, sino lo que pensamos sobre el mismo”, Byron ha creado incluso una metodología que ella denomina “the work” (el trabajo), que consiste en un proceso de indagación, simple pero a la vez muy contundente, a través del cual la persona insatisfecha toma una situación o persona, la plasma en un papel y describe por qué le desagrada, los sentimientos que esto le provoca y cómo piensa ella que debería ser para sentirse satisfecha.

Una vez que la situación ha sido sacada de nuestra cabeza y puesta un papel, como expresamente lo recomienda la autora (no vale hacer el ejercicio mentalmente), le siguen cuatro potentes preguntas:

1.- ¿Es eso verdad?
2.- ¿Tienes la absoluta certeza de que eso es verdad?
3.- ¿Cómo reaccionas al tener este pensamiento?
4.- ¿Quién serías sin él?

Katie Byron sostiene que ante un pensamiento negativo se nos presentan dos opciones: o nos aferramos a él o indagamos para entenderlo. Esta última actitud y una relación más armónica con nuestro entorno nos llevarán a un plano superior.

Sin duda, la vida nos pone a prueba constantemente y con frecuencia estamos expuestos a circunstancias que no nos agradan. Pero en lugar de luchar contra estas o lamentarnos por nuestra suerte, conviene más bien preguntarnos qué podemos hacer para trascenderla, permitiendo que el equilibrio regrese a nuestra vida. Toca aceptar las cosas como llegan, pues detrás de toda situación siempre hay un gran un reto y un inmenso potencial de aprendizaje. Por otro lado, en lugar de buscar culpables, debemos aceptar a los demás y no fijarnos solo en lo que nos incomoda de ellos, sino en todas sus grandes virtudes.