Namasté

¡Hola!, bienvenid@

Namasté , "La luz de Dios en nosotros, celebra su presencia eternamente en nuestros corazones"

miércoles, 31 de agosto de 2016


                                                         DESDE LAS PLEYADES

Para vivir plenamente, debemos aprender a escuchar lo que dice nuestro cuerpo. La primera vez que me percaté de ello fue al leer el espectacular libro de Louise L. Hay “Sana tu vida”, luego, fui descubriendo que en diferentes filosofías y tendencias sobre el pensamiento y crecimientos personal y espiritual -como la metafísica, la programación neurolingüística, terapia gestalt, theta healing, ressonance patter, reiki , bioenergía y hasta en el yoga- se explica que, aún cuando en algunos casos las enfermedades se deben a un gen, la mayoría de las personas sufren y padecen males porque, acumulan resentimientos, odio, cólera, furia, viven aferrados al pasado y a las ideas del pasado, cargan cólera, odio, tristeza, viven para complacer a los demás o según los patrones establecidos como correctos, no se aceptan a sí mismos y carecen de amor propio de manera incondicional, cargan sentimientos de culpa, frustraciones, resentimientos y demás emociones que surgen a través de los pensamientos que no controlan y que llega un momento en el que el cuerpo dice, pues esto tiene que salir por algún lado y es a través de cantidad desíntomas o enfermedades, que no es más que el cuerpo hablando, porque aunque un médico nos revise y nos medique hay padecimientos que se prolongan y en buena parte puede deberse a que hay que ir a la raíz de lo que está provocando el mal para poder erradicarlo.
Todos creamos nuestras experiencias a través de los pensamientos que decidimos hacer nuestros y a través de estos surgen los sentimientos que nos llevan a las acciones y de ahí a los resultados. Solo que muchas veces, al negarnos a que esto es así de simple como te lo digo, negamos nuestro poder culpando a otros de nuestras frustraciones. De hecho nuestra vida no es más que un reflejo de nuestro estado mental; si en nuestra mente hay paz, armonía y equilibrio, entonces nuestras vidas pueden solamente ser armoniosas, pacíficas y equilibradas. Y si tenemos pensamientos negativos ya sabemos qué es lo que pasa.

lunes, 29 de agosto de 2016


                                                           DESDE LAS PLEYADES



El individuo vive sumergido en un vaivén de influencias externas que lo estimulan, para bien o para mal. Las ideas y los sentimientos que tienen lugar en nuestro interior emergen y cambian detonados por innumerables factores del mundo exterior. De entre el vasto repertorio de sensaciones, sentimientos y estados de ánimo que puede experimentar el hombre, el optimismo, la alegría, la esperanza y las ganas de vivir son de los más “codiciados”... Pero cabe preguntarse, ¿cómo los generamos?, ¿dónde los buscamos? No son pocas las personas que los buscan y obtienen fuera de sí a través de estímulos externos o actividades. Algunos encuentran ese optimismo, alegría y sentido de su vida en la pareja, en los amigos o en ayudar a los demás; otros, en el trabajo, en una labor social o en el estudio y la investigación; también en combinaciones de las anteriores.

Somos seres dependientes desde el mismo momento en que nacemos (incluso antes de nacer), necesitamos de los demás para pensar, escribir y hablar; para poder construir, desarrollarnos y evolucionar; para poder amar, para poder escuchar, para vivir. Unos dependen más, otros menos, pero al fin y al cabo, la dependencia es una característica de la existencia humana y, del mismo modo que nosotros somos dependientes de los demás, éstos, a su vez, lo son de nosotros. Por lo tanto, quien vive alejado, en desconexión de los demás y del entorno (incluso de los libros), es un ser que no evoluciona, no aprende, no vive. No obstante, hay que tener presente que cuanto más dependientes nos hacemos (sobre todo a nivel emocional) de los demás, menos libertad interior tenemos.

La interdependencia es una de las características de lo existente, la transitoriedad, es otra. Heráclito, un filósofo presocrático, sostenía que todo es cambio, no hay nada permanente ni estático; si no hay nada fijo y estable, el cambio existe continuamente. Éste es inherente a la vida y está ligado intrínsecamente a la duración de la existencia de las cosas, al tiempo. Una cosa empieza a cambiar en el momento que es y lo deja de hacer en el momento que deja de ser. Por tanto, el cambio sólo afecta a aquello que existe. Podríamos afirmar que existir implica cambiar. Lo único que no cambia, es el cambio en sí, dado que es permanente. Todo lo mutable, es, por definición, transitorio. Las emociones, las sensaciones, los pensamientos, las relaciones, los problemas... la vida, todos tienen un principio y un final.

El cambio y la seguridad van cogidas de la mano. Cuando tienen lugar cambios en nuestra vida y cambios importantes, se tambalea el pilar de la seguridad. Ésta, es una necesidad básica de todo ser viviente, cuando falta, genera tensión interior, generalmente, ansiedad. Necesitamos conocer (predecir) lo que va a suceder en un futuro cercano y, a poder ser, controlarlo para sentirnos seguros. Cuando la incertidumbre aparece, el hombre se siente incómodo. Es por ello que los cambios en cualquier ámbito de la vida producen en nosotros una sensación de incomodidad, de malestar, sobre todo cuando van acompañados de incertidumbre, que hacen que movilicemos todos nuestros recursos (internos y externos) para recuperar la sensación de seguridad. A este proceso se lo denomina adaptación; permite adaptarnos a las nuevas circunstancias y viene muy condicionada por la inteligencia y la creatividad de cada individuo (…)

Pienso que sería beneficioso cultivar un sano desapego (capacidad para desprenderse) de todo lo que nos rodea dada nuestra condición de transitorios, pero sin olvidar la dependencia como necesidad y herramienta al desarrollo y evolución personal. Hacerlo facilita nuestra adaptación a las circunstancias. Tomar conciencia de la fugacidad de lo existente permite cultivar ese sano desapego de cuanto nos rodea. Al igual que convendría dejar cierto espacio para la duda sobre todas nuestras convicciones y afirmaciones (hecho que nos hace más humildes), también deberíamos hacerlo para con el desapego en toda relación con sujetos u objetos; al hacerlo, iniciamos un proceso de aceptación de la realidad (efímera y transitoria) que permite reducir el estrés y la ansiedad generada por el constante cambio (la incertidumbre), sintiéndonos, en consecuencia, algo más seguros, lo que en definitiva se traduce en mayor libertad interior. En otras palabras, cuanto más aceptamos el cambio y nos desapegamos de lo existente, menos ansiedad sentimos y mayor bienestar espiritual y físico experimentamos.

Por Pepón Jover del Pozo

viernes, 26 de agosto de 2016


                                                          DESDE LAS PLEYADES



Paradójicamente algo tan extraordinario y valioso como es la vida interior, pierde importancia día a día. Nos alejamos, dentro de esta sociedad cargada de estímulos, de actividades y de bienes, de nosotros mismos al olvidar o evitar buscar en nuestro interior aquello que trasciende lo material, lo superficial y rutinario. Vivimos luchando constantemente por objetivos externos, no obstante, algo más difícil y más valioso se nos pasa por alto, conquistar la paz interior, la serenidad, en último término, la sabiduría.

En occidente prima el desarrollo de la inteligencia y de la adquisición de conocimientos, del prestigio, de la fama y del poder, sin embargo, el valor que se le otorga al desarrollo espiritual es prácticamente nulo, siendo éste un pilar básico dentro de la formación personal. En palabras de Raimon Panikkar, “no podemos negar que precisamente aquellos pueblos que se autodenominan desarrollados son, en su mayoría, espiritualmente subdesarrollados y sufren una atrofia cultural de este tercer órgano (la parte mística del ser humano)”.  

Esta sociedad tecnócrata, científica y materialmente desarrollada, en donde la calidad de vida física se ha incrementado más que sensiblemente, olvida que todo este bienestar sirve de poco cuando no va acompañado de una transformación personal, un desarrollo espiritual. Egoísmo e individualismo, dos valores (en crecimiento) que forman parte de la idiosincrasia social, no obstante, los momentos de mayor infelicidad suelen ser los de mayor egoísmo. Buscamos la felicidad en el exterior, en el consumo, en el ocio, y no nos damos cuenta que se encuentra en nosotros. Ésta (la felicidad), es consecuencia, entre otras cosas, del esfuerzo y de la satisfacción personal resultante de nuestros logros y progresos. La felicidad no se compra, no se presta, no se regala, sólo se crea.

Unos minutos de silencio, de sosiego, de diálogo interior son necesarios cada día para no alejarnos de nosotros mismos; para no temer a la soledad, al vacío que genera interiormente esta sociedad materialista, superficial y de consumo. Reflexionar sobre la impermanencia de lo que nos rodea, sobre nuestra propia finitud, sobre la muerte. El miedo a ella no nos aleja de la muerte, nos aleja, en cambio, de la propia vida. El desarrollo de una cosmovisión (nuestra relación con el Universo), puede ayudarnos a relativizar preocupaciones y ansiedades innecesarias. Tomar conciencia de nuestras propias limitaciones (y aceptarlas), así como de las similitudes y diferencias que nos unen y separan de nuestros semejantes (los humanos), nos lleva a una mayor comprensión y tolerancia por nuestra parte.

Tomar conciencia de lo que somos, de lo que hacemos y de lo que podemos llegar a hacer, constituye un paso básico en la vida interior de cada unoNo pocas veces pretendemos dar sentido a lo vivido, en vez de a lo que queremos vivir. En otras palabras, no se orienta la vida hacia donde se desea, sino que se intenta encontrarle sentido una vez transcurrida. Buda dijo en una ocasión: los carpinteros dan forma a la madera; los flecheros dan forma a las flechas; los sabios se dan forma a sí mismos”.

miércoles, 24 de agosto de 2016


                                                          DESDE LAS PLEYADES



13 CONSEJOS PARA CUANDO LA VIDA SE NOS PONE DIFÍCIL
Siddhartha Gautama o Buda, nos dejó un legado de gran sabiduría. Entre tantas, 13 consejos para aquellos que están experimentando tiempos difíciles. Hay, según Buda, una forma de vivir estos momentos, una manera más tranquila y el secreto tiene que ver con la actitud. 
1. Las cosas son lo que son.Nuestra resistencia a las cosas es la principal causa de nuestro sufrimiento. Esto sucede cuando nos resistimos a las cosas como son. Si no puedes hacer nada, relajarte. No luches contra la corriente, acéptalo o de lo contrario serás consumido en el sufrimiento.
2. Si crees que tienes un problema, tienes un problema.
Ten en cuenta que todo lo que se ve a través de una perspectiva. En un determinado momento las cosas parecen difíciles, en otros no. Sabiendo esto, cuando tengas una dificultad escoge entenderla como un reto, una oportunidad de aprendizaje. Si lo ves como un problema, esta dificultad será sin duda un problema.
3. El cambio comienza en ti mismo.
Su mundo exterior es un reflejo de su mundo interior. Tenemos la costumbre de pensar que todo estará bien cuando las circunstancias cambian. La verdad, sin embargo, es que las circunstancias cambiarán sólo cuando se produce este cambio dentro de nosotros.
4. No hay mayor aprendizaje que equivocarse.
El fracaso no existe!!! Entiende esto de una vez por todas. Todas las personas exitosas han fracasado varias veces. Disfruta de tus fracasos como una gran experiencia de aprendizaje. Si lo haces, la próxima vez estarás más cerca del éxito. El fracaso es siempre una lección de aprendizaje.
5. Si algo no sucede como estaba previsto, significa que lo mejor está por llegar.
Todo sucede a la perfección, incluso cuando las cosas van mal. A menudo, cuando miramos hacia atrás, nos damos cuenta de que lo que consideramos malo, de hecho, fue lo mejor que pudo haber pasado. Sin embargo, cuando funciona, sin duda estamos alineados con nuestro propósito de vida. El universo siempre trabaja a nuestro favor.
6. Aprecia el presente.
Sólo tenemos el momento presente! Así que no lo dejes ir perdiendo el tiempo con el pasado. Apreciar tu momento presente, ya que es lo único importante. Es a partir de el cuando crea que su vida futura.
7. Deja el deseo de lado.
La mayoría de la gente vive la vida guiada por los deseos. Esto es extremadamente peligroso, un deseo no satisfecho se convierte en una gran frustración. La frustración desencadena una fuerte energía negativa y se retrae su crecimiento. Trata de entender que todo lo que necesita vendrá a ti para cultivar su felicidad incondicional.
8. Comprende tus miedos y sé agradecido.
El miedo es lo contrario del amor y es otra cosa que dificulta tu desarrollo. Sin embargo es importante, ya que proporciona una gran oportunidad para el aprendizaje. Cuando se vence el miedo, se vuelve más fuerte y confiado. Superar sus miedos requiere práctica, el miedo es sólo una ilusión y, sobre todo, es opcional.
9. Experimenta alegría.
Hay personas que disfrutan de todo lo que les sucede a ellos. Incluso en la peor situación, hay que reírse de sí mismos. Ellos son personas que ven el crecimiento en todo. Estas personas aprendieron que es importante centrarse en la alegría, no en las dificultades. El resultado es que atraen a situaciones mucho más felices que tristes.
10. Nunca te compares con los demás.
Sólo se vino aquí con una misión propia. Y es tan importante como cualquier otra persona. Sin embargo, si no puedes evitar comparaciones, compararte con los que tienen menos que tú. Esta es una gran estrategia para darse cuenta de que siempre has tenido mucho más de lo que necesitas para ser feliz.
11. No eres una víctima.
Siempre eres el creador de tu experiencia. Todo lo que te sucede es atraído por ti mismo y extremadamente necesario para tu aprendizaje. Cuando algo desagradable te suceda, da gracias y pregunta: “¿Por qué he atraído eso a mi vida?”, “¿Qué necesito para aprender de esta experiencia?”.
12. Todo cambia.
Todo en esta vida es dinámico, todo cambia en un segundo. Así que no vivas lamentándote. Si no sabes qué hacer, no hagas nada. El universo no para de cambiar, crecer y expandirse, así que espera, porque todo pasará.
13. Todo es posible.
Los milagros ocurren todos los días, y nosotros somos responsables de los mismos. Confía y cree eso. En la medida en que consigas un cambio de conciencia, encontrarás en ti el poder de realizar milagros.
Es el momento de cambiar y comprender su importancia, la posibilidad de que tienes que cambiar el mundo. Creer.

miércoles, 17 de agosto de 2016


                                                            DESDE LAS PLEYADES



Si somos conscientes de que todos estamos conectados entre nosotros y a la vez con la totalidad de la conciencia ya sea pasada o presente, en cada momento de la vida que observemos también estaremos incluidos. Esto se puede aplicar incluso en los casos en los que parezca que una persona no tiene nada que ver conmigo, que no somos capaces de encontrar ningún punto que nos ponga de acuerdo, algo que muchas veces escucho en las sesiones de terapia cuando un paciente no ve más que conflictos en las relaciones que mantiene ya sean con la familia, en el trabajo o con los amigos. Debemos pensar que algo nuestro también se está reflejando en ese problema y si lo observamos tranquilamente seguro que encontraremos algún punto de relación, a parte de las diferencias que tengamos, donde podamos convivir.

Cuando somos conscientes de que formamos parte de un TODO mayor, ya no hay diferencias entre nosotros, y tenemos que estar abiertos a lo mejor que hay en la otra persona.

Al igual que la luz de una estrella viaja por todo el universo y somos capaces de apreciarla y nos pasa información de esa estrella aunque haga años que ha desaparecido, nuestra luz también se emite hacia cualquier parte del universo transmitiendo la información de quienes somos y qué sentimos o pensamos.

¿Somos conscientes de nuestra influencia?

Desde hace años se han realizado muchos estudios sobre la influencia de nuestra intención en el entorno, ya sea buena o mala. Lynne MacTaggart habla de uno de ellos en su libro El Experimento de la Intención que me llamó mucho la atención, ya que es sobre la curación a distancia.

El experimento fue realizado por la Dra. Targ en el Centro Médico de California Pacific en San Francisco en el año 1999, con enfermos de sida que presentaban un estadío de la enfermedad similar y un recuento de células T igual.

Querían comprobar los efectos de la curación a distancia y para ello contrataron a curanderos con mucha experiencia, éxito y distintos antecedentes. Había en el grupo expertos curanderos muy diferentes, desde cristianos ortodoxos hasta chamanes indios. Su trabajo consistía en enviar pensamientos curativos a un grupo de pacientes, todos ellos trabajaron con los pacientes del grupo que se pretendía curar. También había un grupo de pacientes control que no recibía ninguna intención.

Las conclusiones al terminar el experimento fueron que el 40% de los pacientes del grupo de control habían fallecido, mientras que los diez pacientes del grupo que habían recibido tratamiento, sobrevivían e incluso su salud había mejorado. Este no sería el único experimento que realizarían, ya que los resultados fueron tan llamativos que les indujo a seguir investigando en ello.

Comentar este experimento es para resaltar la importancia de nuestra intención, incluso a distancia, sobre otras personas. Por tanto la pregunta es: ¿Dónde está nuestro pensamiento? ¿Qué es lo que estamos pensando?

Estas preguntas son fundamentales, porque el pensamiento es energía creadora, y lo que estemos pensando lo podemos crear. Hemos sido educados en una visión separada del mundo, de los objetos y de las personas que nos rodean, pero la nueva física que se está investigando nos demuestra que esto no es real, que todo y todos estamos vinculados.

Cuando el terapeuta trabaja con sus manos, si se hiciera un estudio de la energía que transmiten éstas, se vería como cambia.

Todos los seres vivos emiten luz, y todas las cosas se conectan con esa luz. El científico Fritz Albert Popp investigó esto durante muchos años, concluyendo que esa luz corporal podría tener la clave de la salud y la enfermedad: cuando hay salud la coherencia es mayor y la emisión de fotones menor que cuando hay enfermedad.

Si partimos de que la Luz es partícula y onda, podemos darnos cuenta de que al igual que una parte nuestra es materia hay otra que es energía y, al igual que las ondas de luz, puede desplazarse incluso a grandes distancias.

Al mismo tiempo que somos emisores también somos receptores de información, y esto se ve aumentado en circunstancias especiales de conexión con nuestro centro, en meditación e incluso en determinadas etapas del sueño.

Uno de los trabajos más interesantes sobre esto lo expone Lynne MacTaggart en su libro “El Campo”, cuenta los estudios del psicólogo William Braud sobre percepción extrasensorial, en una época en la que no había apenas estudios sobre la conciencia, en ellos concluyó que, normalmente, estamos sintonizados como una radio, dentro de un rango limitado de frecuencias, pero un estado alterado de conciencia puede aumentar esa anchura de banda siendo las partes receptivas de nuestro cerebro mucho más receptivas en un número mayor de longitudes de onda. Y lo más importante, cuando dos personas relajan su ancho de banda, es decir se conectan profundamente, sus ondas cerebrales se sincronizan en un alto porcentaje, prevaleciendo siempre el patrón cerebral más ordenado.

De ahí que los miembros de una misma familia, sobre todo cuando hay una relación muy buena entre ellos, estén tan conectados que sepan casi en cada momento lo que está pensando el otro. En estos casos se ve más claramente la sincronización de sus cerebros. Al igual que entre amigos muy cercanos.

El trabajo que desarrolló Braud sugiere que hasta cierto punto podemos ejercer un control de nuestro universo a través de nuestros deseos e intenciones que van a crear nuestra realidad.

Hace poco leía un artículo sobre cómo influyen nuestros pensamientos en nuestro ADN. Los experimentos se han hecho sobre la influencia de la meditación y de cómo cambia el cuerpo después de estar practicándolos un tiempo. Lo más importante del trabajo es que los cambios se observaron en los genes, cuando siempre se ha sostenido que nuestro ADN va a marcar nuestra vida vemos que no es así, son nuestros pensamientos y actitud los que van a marcar nuestra vida.

Cuando una persona nueva viene a consulta me gusta hablar un poco con ella, porque es importante conocer su visión de la vida, ya que su positividad o negatividad influirá también en el resultado del trabajo que realicemos. Es importante dejar de verlo todo negativo, pues eso será justo lo que se esté creando.

Si nos preguntan a qué aspiramos como fin fundamental de nuestra vida, creo que gran parte de nosotros diríamos que a ser felices, quién no quiere la felicidad independientemente de qué es lo que cada uno considera “ser feliz”.

En el camino hacia la felicidad dejo cada vez menos sitio a los problemas y más a compartir cada momento de la vida con esperanza y amor, siempre con el propósito de ayudar o, al menos, de no perjudicar a otros.

Por las circunstancias que vivimos actualmente, es el momento de cambiar nuestra visión del mundo hacia un punto donde podamos coexistir sin dañarnos, buscando siempre el bien común y siendo cada vez más conscientes de la influencia de nuestros pensamientos.

lunes, 8 de agosto de 2016



                                                            DESDE LAS PLEYADES


Nuestras mentes tienen la tendencia a distraerse, entorpecerse, moviéndose de un pensamiento o sentimiento a otro. Estamos viviendo constantemente en una atmósfera acelerada, frenética desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Esto, tarde o temprano, cobra su tributo: el stress, la ansiedad que llevamos con nosotros y a nuestro alrededor, empieza a cobrar su tributo en el cuerpo. El retorno a casa conscientemente es el fundamento de todas las vías espirituales, nuestra gran tarea es transformar la conciencia en energía y está en conciencia.
Denkô Mesa
(Fragmento de las enseñanzas del Retiro Zen de verano Ango Canarias 2016)

jueves, 4 de agosto de 2016


DESDE LAS PLEYADES

FELIZ VERANO






                                                         DESDE LAS PLEYADES


                                            SOMOS UN PROYECTOR HOLOGRAFICO


UNA VEZ PERCIBI COMO SE HACIAN LAS HELIOGRAFIAS Y SE INSERTABAN EN EL CAMPO CUANTICO PARA QUE NUESTROS SENTIDOS PUDIERAN DEGUSTARLAS

Y ES QUE UN SER CONSCIENTE TIENE LA CAPACIDAD DE DIBUJAR EN DICHO CAMPO LO QUE DESEE CREAR.

NUESTRA BASE ES LA IMAGINACION,LA LLAMADA DIOS EN ACCION,ENTRAS EN LA ATENCION SOSTENIDA Y DESDE AHI EMPIEZAS A ELABORAR UN BOCETO,A ESTE HAY QUE IR DANDOLE FORMA HASTA CREAR UNA FORMA MUY DEFINIDA,CON TODOS LOS MATICES POSIBLES.

ESA ATENCION SOSTENIDA VA A PRODUCIR UNA VIBRACION QUE SE VA A PLASMAR EN EL CAMPO CUANTICO.

SI ES VERDAD QUE NUESTRA IMPACIENCIA PRODUCIDA POR LA MENTE HACE QUE NOS SABOTEEMOS Y CREAMOS EN LA IMPOSIBILIDAD QUE ESTO SE PRODUZCA.

ESTO APARECERA CUANDO NOS DESAPEGUEMOS DEL RESULTADO Y VENDRA DESDE EL NO TIEMPO

ME CONSIDERO UNA PERSONA IMPACIENTE Y ES ALGO QUE DEBO SEGUIR TRABAJANDO,PERO PUEDO CONSTATAR CON HECHOS LO QUE ESTOY ESCRIBIENDO

POR LO TANTO SOMOS PRODUCTORES Y DIRECTORES DE NUESTRA PELICULA,PUES EN DEFINITIVA VIVIMOS EN UNA PELICULA DENSA QUE DOTAMOS DE UNA REALIDAD QUE EN DEFINITIVA NO LA TIENE.

ABSOLUTAMENTE TODO CAMBIA CUANDO TODO LO HACEMOS CONSCIENTE Y NO DESDE EL PILOTO AUTOMATICO EN EL CUAL NORMALMENTE NOS ESTABLECEMOS.

SI EN CADA MOMENTO FUERAMOS DUEÑO DE LA SITUACION TOMANDO CONSCIENCIA DE TODO,CAMBIARIAMOS MUCHOS ASPECTOS DE NUESTRA REALIDAD.

CUANTAS VECES HACE QUE NUESTROS PENSAMIENTOS AUTOMATICOS LOS VERBALIZAMOS CUANDO NO DEBERIAMOS HABERLOS HECHO.

ESTO HA PODIDO OCASIONAR UN DAÑO EN EL ENTORNO,LOGRANDO QUE NOSOTROS NOS SINTIERAMOS MAL.EN DEFINITIVA POR FALTA DE ATENCION NO SOMOS CAPACES DE COORDINAR NUESTRAS ENERGIAS.

SI TODOS FUERAMOS CONSCIENTES NOS DARIAMOS CUENTA QUE CONTINUAMENTE SOMOS MANIPULADOS POR PRENSA,TELEVISION,PERSONAS INCONSCIENTES.

SIN EMBARGO TENEMOS LOS HABITOS TAN ESTABLECIDOS QUE NO SOMOS CAPAZ DE DESCONECTAR Y REGRESAMOS A LAS PAUTAS HABITUALES.

ESTO SE LOGRA VOLVIENDO Y VOLVIENDO HASTA SER CAPAZ DE SALIRNOS DE ESOS HABITOS TAN ENRAIZADOS,PERO ES VERDAD QUE CUESTA MUCHO TRABAJO CUANDO LA MAYORIA VA EN OTRA DIRECCION.

CON LO CUAL SEGUIMOS CREANDO MAS DE LO MISMO.ES ASI DE FACIL Y DE DIFICIL

                                                          DESDE LAS PLEYADES


En los anales del budismo hallamos el vocablo tannha que podemos traducir como ‘sed, deseo, ansia, avaricia, insatisfacción’. ¿Por qué caemos en este estado? ¿Cuál es la causa del mismo? Se produce por un vacío en el centro de nuestro ser, por un desplazamiento del encaje correcto. Hace poco leí un fragmento de un sabio que decía “se trata de alejarse del borde y saltar al interior de la circunferencia.” Por tanto, al darnos cuenta que nos hemos desplazado, se trata de recuperar el centro y ésta es una sabia labor de artesanía que va poniendo nuevamente en orden el cuerpo, la mente y el corazón.
Denkô Mesa
(Fragmento de las enseñanzas del Retiro Zen de verano en Canarias)

Crea Tu Dia Con Ramtha

miércoles, 3 de agosto de 2016

                                                          DESDE LAS PLEYADES
                                                           


                                                   DESDE LAS PLEYADES



Nuestro mundo creado (percepción equivocada) trata de eludir el dolor con compensaciones sustitutorias. La realidad del cambio forma parte de nuestras vidas, pero nos resistimos a ello de las más variadas formas. Debido a ello caemos presos de las enfermedades (corporales, emocionales y mentales). No aceptamos el paso del tiempo y hacernos viejos es un golpe a la autoimagen en la que nos hemos instalado. Finalmente no queremos reconocer que desde que nacemos, estamos muriendo.
Shakyamuni se sintió confrontado y conmovido por estas verdades e inició un serio camino de exploración, para hallar finalmente la comprensión de la existencia condicionada y que expuso en lo que conocemos como las Cuatro Nobles Verdades.
Las enseñanzas son simples, pero hay que concretarlas. El zen presta especial atención a este hecho. En este sentido el budismo se entiende como una pragmática de vida consciente, sin embargo, en nuestra vida cotidiana nos salimos del estado de presencia cuando no prestamos la debida atención y luego nos andamos lamentando por esto o por lo otro. El Budha ya expresó claramente que la vida es dolor y que la causa del mismo está radicada en una ausencia de conocimiento. Esto se llama ignorancia.
Así que un elemento clave en la práctica es saber de qué estamos hablando y dónde estamos en cada momento.
Denkô Mesa
(Fragmento de las enseñanzas del Retiro Zen - Ango Canarias 20

lunes, 1 de agosto de 2016

EL HOLOGRAMA CUÁNTICO DE LA TIERRA - Maestro Jesús a través de Kai



                                                             DESDE LAS PLEYADES


 Las 4 leyes del desapego para la liberación emocional ✿
Es posible que la palabra “desapego” te cause cierta sensación de frialdad e incluso de egoísmo emocional. Nada más lejos de la realidad. La palabra desapego, entendida dentro del contexto del crecimiento personal, supone un gran valor interior que todos deberíamos aprender a desarrollar. Practicar el desapego no significa en absoluto desprendernos de todo aquello que nos es importante, rompiendo vínculos afectivos o relaciones personales con quienes forman parte de nuestro circulo personal. Significa básicamente saber amar, apreciar e involucrarnos en las cosas desde un punto de vista más equilibrado y saludable, liberándonos a su vez de esos excesos que nos ponen cadenas y que nos amarran. Que nos cortan las alas.
La liberación emocional es darnos la opción de vivir con más honestidad de acuerdo a nuestras necesidades, ofreciéndonos a su vez la opción a crecer, de avanzar con conocimiento de causa. Sin dañar a nadie, sin que nadie nos ponga tampoco su cerco camuflado con las cadenas del amor pasional, filial o incluso materno.
Aprendamos, pues, a poner en práctica estas sencillas leyes sobre el desapego…
✿ Primera ley: "Eres responsable de ti mismo"
Nadie va a retirar cada piedra que te encuentres en tu camino, al igual que nadie va a respirar por ti ni se va a ofrecer como voluntario para cargar tus penas o sentir tus dolores.Tú mismo eres artífice de tu propia existencia y de cada paso que das. Así pues, la primera ley que debes tener en cuenta para practicar el desapego, es tomar conciencia de que eres pleno responsable de ti mismo.
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✿ Segunda ley: "Vive el presente, acepta, asume la realidad"
En esta vida, nada es eterno, nada permanece, todo fluye y retoma su camino tejiendo ese orden natural que tanto nos cuesta asumir a veces. Las personas estamos casi siempre centradas en todo aquello que ocurrió en el pasado y que, de algún modo, se convierte ahora en una dura carga que altera nuestro presente.
Esas desavenencias familiares, ese trauma, esa pérdida, ese fracaso sentimental o esa frustración no superada. Todo ello son anclas que nos aferran, que ponen cadenas en nuestros pies y anzuelos en nuestra alma. Es un apego tóxico y poco saludable que nos impide avanzar en libertad y plenitud.
Acepta, asume y aunque te cueste, aprende a perdonar. Te hará sentir más liberado y te ayudará a centrarte en lo que de verdad importa, el “aquí y ahora“, este presente donde tienes tu verdadera oportunidad.
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✿ Tercera ley: "Promueve tu libertad y permite ser libres también a los demás"
Asume que la libertad, es la forma más plena, íntegra y saludable, de disfrutar de la vida, de entenderla en toda su inmensidad.
No obstante, ello no impide que podamos establecer vínculos afectivos con otras personas, porque también ello forma parte de nuestro crecimiento personal. Saber amar y saber recibir amor.
Asimismo, el desapego implica que nunca debes hacerte responsable de la vida de los otros, al igual que los demás, no deben tampoco imponerte sus principios, sus ataduras o cadenas personales para aferrarte a ellos. Es aquí donde empieza el auténtico problema y los sufrimientos.
Los apegos intensos nunca son saludables, pensemos por ejemplo en esos padres obsesivos que se exceden en la protección de sus hijos y que les impiden poder madurar, poder avanzar con seguridad para explorar el mundo.
La necesidad de “despegarse” es vital en estos casos, ahí donde cada uno debe salir de los límites de la certidumbre para aprender de lo imprevisto, de lo desconocido.
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✿ Cuarta ley: "Asume que las pérdidas van a sucederse tarde o temprano"
Volvemos de nuevo a la misma idea: aceptar que, en esta vida, nada puede contenerse eternamente. La vida, las relaciones, e incluso las cosas materiales, terminan desvaneciéndose como el humo que se escapa de una ventana abierta o el agua fresca que resbala por nuestros dedos.
Las personas se irán, los niños crecerán, algunos amigos dejarán de serlo y algunos amores se irán del calor de tu mano… Todo ello forma parte del desapego, y como tal, hemos de aprender a asumirlo para afrontarlo con mayor integridad. Con mayor fuerza. Pero lo que nunca va a cambiar, es tu capacidad de querer. Y debes empezar siempre por ti mismo.
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                                                       DESDE LAS PLEYADES


Como dijo el Buddha: “En el ver, tan sólo está el ver. Ni el que ve ni lo visto. En el escuchar, sólo está el escuchar. Ni el que escucha ni lo escuchado.” La liberación está bien, pero ¿qué ocurre al instante siguiente? Reaparece el condicionamiento. Sin embargo, la práctica continuada puede hacer desaparecer ese regreso del condicionamiento. En la medida en que el estado de presencia se va estabilizando en el practicante, va mejorando la calidad de la mirada y esto repercute directamente en nuestras cotidianidades.
Denkô Mesa
(Preparación de las enseñanzas para el retiro zen de verano en Canarias 2016)


                                                               DESDE LAS PLEYADES




"Por numerosos que sean los seres, hago el voto de liberarlos todos." Este el primer voto que recitamos cada mañana y que nos invita a generar un estado interno de apertura y receptividad que incluya a los que nos aman, respetan y cuidan, pero también a los que nos insultan y agreden. Se trata de cultivar un sentimiento de NO AVERSIÓN. Éste es el espíritu del gesto al unir las manos (Gasshô en jap., Namasté en sánscrito) El término “namas” también puede ser interpretado como “nada mío”, significando que mi ego se reduce a la nada, connotando una actitud de humildad frente al otro. Si este saludo se realiza desde el corazón, se establece una conexión genuina entre las personas, por encima de las expectativas y máscaras sociales.
(Enseñanzas para el Retiro de zen - Ango Canarias 2016)