Namasté

¡Hola!, bienvenid@

Namasté , "La luz de Dios en nosotros, celebra su presencia eternamente en nuestros corazones"

lunes, 18 de febrero de 2019


                                                            DESDE LAS PLEYADES


Este es un modelo de testimonio que recibo a menudo. Me lo envió hace unos días una persona que prefiere mantenerse en el anonimato:
"Tengo ya 30 años y aún no he logrado encajar en este mundo, mi vida ha sido caótica desde niña, pero cada vez que podía subía al techo de mi casa y me recostaba a mirar las estrellas, mirar al cielo siempre me ha dado esperanza. He tenido viajes astrales, de esos en que vienen naves y en ellas personas muy altas pero que con la mirada dan mucha paz. Me he subido a esas naves. Solo quiero saber por qué cuesta tanto encajar en este mundo. A veces solo quiero huir; más bien, deseo que vengan a buscarme y que me saquen de este mundo. Deseo irme muy lejos. Incluso a veces deseo irme, y no sentir."
La persona continúa contándome sus experiencias y sensaciones a bordo de esas naves y cómo sube a ellas por una especie de rampa o escalerilla plana:
"Estaba con algunas personas de mi familia y conocidos, era de noche, pero estábamos en un campo o algo así, sobre una colina. De pronto vimos una luz blanca, muy brillante, y apareció una nave enorme. Había tres seres o personas muy altas, los rodeaba una luz brillante. Yo sabía que debía subir a esa nave, de la cual salía una escalera mecánica, pero no era realmente una escalera, era plana. Bajaron dos seres, creo que eran algo así como guardias de los seres que venían en aquella nave. Yo subí a bordo, quedando mi familia y conocidos en tierra. Cuando llegué arriba les pregunté mentalmente a los seres si mis acompañantes podían venir conmigo, a lo que, también mentalmente, me respondieron que no, que estos pertenecían y debían estar acá. Yo entendí y me fui con ellos. Comenzamos a ascender mientras veía cómo nos alejábamos de la Tierra, pero sabía que iba a mi verdadero hogar, a mi casa, que allí no había sufrimientos. Salimos de la Tierra y yo podía verla, estaba feliz y tranquila de regresar a mi hogar."
Esta añoranza es muy común entre las personas que tienen una conexión muy marcada con otros seres y dimensiones. El recuerdo tan vívido de esas otras realidades supone un gran contraste con la realidad terrestre actual, por lo que adaptarse al día a día de este planeta, con niveles de conciencia tan variados, supone un reto constante. El ejemplo es muy ilustrativo de cómo muchos de nosotros "volvemos" a esas otras dimensiones de las que procedemos durante la noche (en sueños muchas veces se producen viajes astrales como el descrito en el testimonio, aunque no siempre recordamos), y en las cuales tal vez recibamos instrucciones o guía para proseguir nuestra encarnación terrestre del mejor modo posible.
Testimonios como este se repiten una y otra vez y son relatados (casi de forma idéntica) por personas de diferentes países y continentes.
Javier López Alhambra
Almas Estelares

viernes, 15 de febrero de 2019


                                                      DESDE LAS PLEYADES


 En este mundo moderno parece que nunca estamos satisfechos. ¿Por qué y para qué quiero meditar? Si los pretendidos logros que me han dicho sobre la práctica meditativa no se dan, ¿qué haré? Por otro lado, si los resultados no se ajustan a los planteamientos que yo me hago de la meditación, ¿qué haré?
Ya sea la frustración que parece venirme de los otros, o bien la justificación porque no se cumple lo que quiero, la pregunta que te hago es, ¿qué harás? En la práctica debes hacerte estas preguntas una y otra vez, para que realmente las bondades de la misma se produzcan.

jueves, 7 de febrero de 2019


                                                      DESDE LAS PLEYADES

Carlos Sigler,
El yo superior es nuestro maestro interno en un plano superior y espiritual donde la consciencia vibra en una frecuencia muy elevada.
El yo superior es la fuente, es la sabiduría, la intuición, el yo superior es tu yo perfecto, el cual refleja imagen y semejanza de la divinidad impresa en ti.
Tu yo superior está lleno de belleza, sabiduría, de majestad y de un poder ilimitado que te permitirá alcanzar la perfección, el éxito y la felicidad.
Tu yo superior sabe quién eres, conoce el propósito espiritual que trajo el alma para la vida, manteniendo el control porque nos guía de todas las lecciones escogidas, por el alma, siempre respetando el libre albedrío.
El yo superior también puede bloquearse, y eso hace que la comunicación no sea directa o clara, por lo que es necesario la trasmutación de esas energías inarmónicas, aunque siempre quiere comunicarse con nosotros, pero a los humanos nos cuesta trabajo entender y aceptar, puede tener otras realidades energéticas de vibraciones muy altas y no creen en sí mismos.
Y el que lo ha aceptado lo visualiza con una corporeidad, le da formas humanas y por lo tanto separado de sí mismo.
Iniciar la comunicación con yo superior requiere disposición, tiempo, acción y deseos de estrechar esa relación.
Sino hay esa intención de lograr esa conexión espiritual, creer que tienes yo superior, y aceptando la divinidad que hay en ti, la conexión no la percibirás, y puede llegar a sentir que es tu yo superior el que te está respondiendo y resulta que es el yo inferior o subconsciente quien te está hablando.
Cuando has logrado solventar estos aspectos, dedícate al crecimiento espiritual interno para que puedas transformar la visión de tu mundo.
Mira tu vida como una escuela, interioriza que todo lo que te sucede es parte de las lecciones del alma y cuando lleguen a ti acéptalas como un aprendizaje, suelta toda creencia que te haga sentirte victima porque la culpa no existe, perdónate y perdona a los que tú crees son culpables.
Todas las situaciones, las personas te ayudan a crecer, son facilitadores que tú mismo has escogido para aprender, cuando te suceda algo, por muy doloroso que sea, pregúntate, que tengo que aprender de esto, Y aunque no tengas en el ahora, una respuesta lógica, la sanación se está dando.
Agradécelo y bendícelo porque si apareció esta situación en tú vida es porque detrás de ello hay unas energías que sanar. Tú estás aquí para aprender, experimentar y trascender.
Eres un ser divino, créelo, siéntelo, vívelo y hazlo tú realidad, aunque no te lo hayas permitido creer, y buscas todas las respuestas desde tú interior, no las busques fuera.
Cuando experimentes esa nueva consciencia, verás como tu yo superior se vuelve evidente en tu vida y que siempre te ha estado contigo.
Cuando se comienza aflorar al niño interno y su inocencia, se comienza a ver que la vida fluye a través de una conexión dentro de nosotros.
Cuando se quiere hacer conexión con yo superior es muy importante preguntarle
¿Eres tú yo superior?,
Yo superior se comunica a través de muchos niveles. No tiene límites, excepto los que tú le pongas, pero una vez que la comunicación con yo superior este establecida todo cambia en tu vida, ya no hay más necesidad de un maestro externo, nos daremos cuenta que estamos completos.
No te critiques, ni te castigues, acéptate, amate y perdónate.
Conéctate con tu verdadero yo que está permanentemente guiado por el amor y la sabiduría, y ese es yo superior, esa parte de nosotros que está conectada con la fuente Espíritu y que conoce nuestros retos y desafíos.
La relación entre el Yo superior y el inferior esta muchas veces representada como una lucha. Podría ser representada también como una danza, por ejemplo, o como una conversación, o un trabajo conjunto. Mas la lucha, realmente, simboliza ciertos aspectos de la relación entre lo superior y lo inferior dentro de nosotros. Y puede ser de gran valía reflexionar sobre esto.

Carlos Sigler,
El yo inferior, también llamado personalidad, acoge al cuerpo físico, las emociones y la mente analítica. El yo superior, también llamado alma, es la mente intuitiva, la sede dentro de nosotros de la sabiduría, el amor, la voluntad espiritual y todas las demás cualidades superiores.

Naturalmente el yo inferior tiene una percepción bastante limitada e ilusoria sobre sí mismo, de los otros y del mundo. En su visión, todos los seres están separados y él está independiente y alejado de los demás. En cambio, el Yo Superior tiene una percepción mucha más amplia y exacta sobre las cosas. Él ve la interrelación y la interdependencia en todo y percibe al sí mismo como uno con todos.

A partir de cada una de estas dos visiones, surgen objetivos diferentes, con sus motivaciones y conductas correspondientes. El Yo inferior ve el egoísmo como un bien, mientras que el Yo Superior percibe el bien en el altruismo. Con todo, las dos visiones (la más estrecha y la más amplia) existen dentro de nosotros y a lo largo del día y de las semanas oscilamos entre el foco mayor de una de estas visiones o el foco mayor de la otra.


En ciertas situaciones, cuando somos capaces de percibir las dos visiones dentro de nosotros, cada una de ellas procurando prevalecer en aquel momento, es entonces que debemos debatir, enfrentar y escoger alguna decisión, estando divididos entre lo que parece bueno para el yo inferior o lo que el Yo Superior percibe como lo mejor.

Toda esta situación se complica aún más debido al hecho de que en diversas circunstancias no sabemos con claridad que alternativa está en desacuerdo con los intereses del yo inferior y cual está de acuerdo con los del Yo Superior; vemos alternativas, mas no discernimos lo que este tras de ellas. Frecuentemente, las cosas no son lo que parecen, ¡y el egoísmo fácilmente se disfraza de altruismo dentro de nosotros mismos

El lugar donde todo este conflicto interno puede ser resuelto es el campo mental. La mente analítica y la mente intuitiva deben aprender a entenderse mutuamente y a trabajar juntas. La mente intuitiva debe esclarecer a la mente analítica, y esta a su vez, debe orientar las emociones y las acciones en dirección a la claridad obtenida. Esto significa que la solución para la mente analítica es buscar internamente la visión mayor de la mente intuitiva. Pero, más allá de esto y después de iluminada por la luz superior, la mente analítica debe lanzar esa luz sobre las emociones y las acciones. Es como si la mente analítica tuviese que explicar (pacientemente y cuantas veces fuera preciso) para la forma emocional y el cuerpo físico aquello que fue comprendido, de modo que estas dos fuerzas (emocional -física) se puedan ajustar para participar adecuadamente.

Es así como el individuo puede sacrificar alegremente sus estrechos intereses egoístas en favor de los intereses mayores colectivos. Es así como el Yo Superior triunfa y el yo inferior se vuelve su socio. Entonces, cada uno de los dos desempeña su debido papel: el Yo Superior indica el propósito, los principios y los valores de la vida; y el yo inferior es el que debe hacer la aplicación práctica y materializar todo esto. No hay victoria sin unión. El Yo Superior no trata de derrotar al yo inferior sino conquistar su cooperación.

Carlos Sigler,
Como quedó establecido el “Yo Superior” somos nosotros mismos, nuestro ser en un plano superior y espiritual. La idea nos afirma que somos seres encarnados y que cuando encarnamos solo encarna una parte de nuestro ser que se conoce como el “Yo Inferior”.  El “Yo Inferior” es solo una parte de nuestra esencia espiritual pero la suficiente para movilizar el cuerpo físico.

Dentro de este concepto el resto de nuestro yo, nuestro ser espiritual, permanece en otra dimensión espiritual guiando la energía encarnada en el plano terrestre. Es de esta idea nace la frase que somos espíritus teniendo una experiencia humana.

Cuando nuestro Yo Inferior encarna perdemos toda memoria relativa a nuestras vidas pasadas y experiencias en el plano espiritual pero nuestro YO SUPERIOR retiene la memoria de las experiencias que hemos pasado en nuestras encarnaciones previas. Este concepto es el que permite que las sesiones de regresión de vidas pasada funcionen, el yo superior es el que permite que las memorias de tus experiencias pasadas sean transmitidas a tu Yo Inferior.

¿Como contactar a tu “Yo Superior” en 10 Pasos?

Cada uno de nosotros está conectado con lo Divino. El Ser Superior que está dentro de nosotros trasciende por mucho la comprensión de nuestras mentes conscientes. Este es el poder al que han accedido todos los grandes genios y maestros. También es el espacio de la magia y los milagros en nuestras vidas. Aquí están los pasos para hacer contacto:

1.Creencia y Expectación ¡: El primer paso es CREER que tienes un Ser Superior con quién establecer comunicación!

Entonces ten la EXPECTATIVA de que esta comunicación mejorará cada día, conforme te enfocas diligentemente en el crecimiento interno. Sin estos dos prerrequisitos esenciales, es difícil lograr cualquier cosa en la vida, incluso en el nivel físico. Estas dos cualidades son esenciales para el crecimiento interno. Así que establece una META para lograr contactar con el Ser Superior, revisa esa meta diariamente y mantén tu propósito con determinación hasta que el éxito sea tuyo.

2. Transforma Tu Visión del Mundo: Somos educados con una visión principalmente materialista del mundo, que niega el papel del Espíritu.

Para establecer un contacto cercano con los reinos espirituales, necesitamos que todo nuestro ser – consciente y subconsciente – sea congruente con nuestra meta. En cualquier actividad o meta principal, tienes que establecer las reglas del juego y la forma como se juega. Contactar con tu Ser Superior es lo mismo. Por lo tanto, busca escritos o maestros que expandan tu comprensión del universo, fundamentalmente como un reino de Conciencia y Mente.

3. Soledad: Busca regularmente tiempo para ti, en el cual puedas estar totalmente solo. Es preferible un lugar tranquilo.

Simplemente siéntate en silencio sin expectativas. No hagas NADA. Esto puede parecer muy incómodo y extraño al principio. Persiste. Le estás dando tiempo y espacio a la voz interna para que se haga escuchar. Lo hará ya sea durante ese tiempo tranquilo, o durante los eventos del día.

Ocurrirá un evento sincrónico, alguien te dirá exactamente lo que necesitas escuchar, vas a obtener un destello de intuición. Todos los grandes genios de la historia se han dado un tiempo regular de soledad y silencio para sí mismos. Tú también deberías.

4. Meditación: En la meditación, trabajas para disciplinar a tu mente y para silenciar la charla interna que siempre la llena.

Creas un recipiente puro para que lo llene el Ser Superior. Seguir tu respiración es una disciplina de meditación excelente, como lo es concentrarse en una flama. O visualizar una esfera dorada de luz en tu Plexo Solar que llena todo tu cuerpo con energía y curación. Hay muchas prácticas que puedes estudiar y usar.

5. Diario: Registra tus sentimientos: emociones, sueños e intuiciones todos los días en un diario.

Carlos Sigler,
Esto te ayudará a entrar en un contacto más estrecho con tus profundidades intuitivas. Puedes hacerle preguntas a tu Ser Superior aquí, y después registrar cualquier respuesta o intuición que recibas. Si haces esto regularmente con fe y expectativa, RECIBIRAS las respuestas que necesitas.

6. Diálogo Interno: Conduce un diálogo interno regular con tu Ser Superior. Durante los próximos 40 días, decide mantenerte en contacto todo el día.

Dile a tu Ser Superior “Yo sé que estás allí y quiero conocerte y ponerte atención. Por favor comienza a guiar mi vida” No te preocupes si este diálogo es enteramente en un solo sentido al principio. Recuerda que has estado fuera de contacto durante décadas. ¡Toma tiempo limpiar las telarañas! Persiste con este diálogo interno como si hablaras con un amigo, platicando, haciéndole preguntas, compartiendo tus esperanzas – y comienza a escuchar las respuestas. Llegarán.

7. Lecciones de la Vida: Ve la vida como una Escuela de Misterio.

Cree que todos los eventos de tu vida, las situaciones y las personas, han sido estructurados PRECISAMENTE con el fin de enseñarte exactamente lo que necesitas saber ahora. ¡Toma la vida como si toda la creación estuviera conspirando para tu beneficio! Cuando algo suceda en tu vida, para bien o para mal, pregúntate cuál es la lección para ti. Incluso situaciones o personas desagradables han sido colocadas deliberadamente allí como un reto que te ayude a crecer.
Al comenzar a ver tu vida como una obra en la que tú estás jugando el papel principal, el Ser Superior se volverá mucho más evidente en tu vida. Registra tus descubrimientos en tu diario.

8. Sueños: Espera que tu Ser Superior te hable en sueños.

Antes de dormir has algunos estiramientos y relaja tu cuerpo completamente. Pregúntale algo a tu Ser Superior y espera la respuesta.

Cuando te levantes, recuerda lo que puedas de tus sueños y escríbelos en tu diario. Si no estás acostumbrado a recordar tus sueños, esto te tomará tiempo y persistencia. Sin embargo, con paciencia, comenzarás a recordar tus sueños Y recibirás respuestas de tu Ser Superior.

9. Conciencia: Enfócate en vivir más y más en el presente, en el AHORA.

Cuando estés comiendo, sé consciente de que estás comiendo. Cuando camines, sabe que estás caminando. El único momento real es el ahora – el pasado se ha ido para siempre y el futuro todavía no ha pasado. Por lo tanto, trabaja en limpiar tu mente de preocupaciones, ilusiones y extrapolaciones. Limpia el desorden de la mente y crea un espacio para que lo llene el Ser Superior.

10. ¡Paciencia! Recuerda, puedes haber pasado toda tu vida sin contactar con la Fuente.

Por lo tanto, toma tiempo aprender como restablecer contacto. Todo lo que vale la pena toma tiempo y práctica. Permanece vigilante y practica estos pasos cada día, y vas a recibir las respuestas que necesitas. Recuerda: El Ser Superior QUIERE estar en contacto. De hecho, el simple hecho de hablar de él como alguien separado de ti es contradictorio. ¡El Ser Superior eres tú! Tu verdadero ser. ¡Así que ponte en contacto CONTIGO!

lunes, 4 de febrero de 2019


                                                           DESDE LAS PLEYADES




Alguien, un día, te dijo que eras una víctima. Y te lo va a seguir repitiendo durante toda tu vida. Ese "alguien" está tan incrustado en tu inconsciente que, aunque no quieras, tratará de convencerte una y otra vez de que eres un ser insignificante, temeroso, dependiente y carente de poder. De que estás a merced de "otro" (o de "otros"), y de que apenas tienes control sobre tu vida. Tan inoculada está la idea del victimismo en tus entrañas que incluso ahora, al leer este texto, te retorcerás de rabia y dolor repitiéndote a ti mismo que "sí, todo eso está muy bien, pero soy una víctima de tal, de cual, de aquello, de lo otro...". Comprueba, incluso, que te sientes a gusto considerándote víctima: lo llevas en tu inconsciente y no va a esfumarse así como así. Es lo que te inyectan desde que naces, lo que te venden a diario, lo que lees en la publicidad aunque no te des cuenta, lo que te ordena la televisión... "Buenos días, amigo víctima, no eres nadie y vives en un mundo de temor y resignación, ¿lo recuerdas?".
Lo que no te dijeron (ni te recuerdan) es que, contrariamente a lo que tú piensas, tienes alas. Sí. Eres un ser imponente, excelso, poderoso. Y una buena parte de lo que te sucede a diario depende en gran parte de ti. No de A, ni de B, ni de C, sino de ti. Solo de ti. La buena noticia es que puedes desplegar esas alas y comenzar a levantar el vuelo cuando desees. Pero no va a resultarte nada fácil. Primero, porque no querrás reconocer que las tienes. Y, segundo, porque te aterra la idea de acabar recuperando tu poder y dejar de culpar a tus "victimarios" de lo mal que se encuentra tu vida. La queja y la justificación son más adictivas que cualquier droga común, y mirar continuamente fuera en busca de culpables es mucho más sencillo que mirar dentro en busca de soluciones. Estás programado para quejarte y compadecerte de ti mismo, aun a costa de tu propio bienestar...
Descubrir y recuperar tu poder, por tanto, va a conllevarte una gran dosis de voluntad y confianza en ti mismo, pero la recompensa merecerá la pena. Por descontado, aparecerán obstáculos en el camino: no está de moda (aunque lo parezca) que uno se reafirme en su propio poder y en su capacidad de aceptar las circunstancias de su vida y, mucho menos, hacerse cargo de ellas. Asumir la responsabilidad implica determinados "precios" que hay que pagar (como salir de la zona de confort o dejar atrás el yo atemorizado y lastimero), pero es el único camino para salir de donde, seguramente, te encuentras desde que tienes uso de razón. Muchas veces te habrás preguntado cuál es tu misión en este mundo, y precisamente tiene mucho que ver con todo esto. Con tomar conciencia de esas limitaciones y ese victimismo inculcados y trascenderlos mediante la recuperación de tu poder interior. Solo tú puedes hacerlo. Solo tú puedes desplegar tus alas y comenzar a volar. Una nueva vida (si así lo decides) está esperándote...
Javier López
Almas Estelares

viernes, 1 de febrero de 2019


                                                         DESDE LAS PLEYADES



La personalidad que despliega el alma, eso que ven los demás de nosotros es lo que llaman ego, y es independiente del alma, es solo una interfase con la realidad material del espacio-tiempo, el alma guarda la memoria de todas las experiencias, pero solo aquellas que han sido positvas, lo negativo no llega al alma, se filtra, el alma es la naturaleza humana del espacio-tiempo, el yo divino es lo que somos de origen y designio divino, una personalidad egoísta es aquella que es inconsciente de que poesee un alma, la parte inmortal de si misma y solo reconoce lo que sus cinco sentidos le informan, no abarca más allá de ellos y solo se concibe como algo físico, material y que la vida es un fenómeno aleatorio de corta duración, por lo que busca satisfacerse asi misma, porque no concibe nada más allá de si misma. Un ser humano despierto sabe que posee un alma y esa personalidad la busca, trasciende la autoconsciencia material e intuye la divinidad a través de su alma, cuando eso ocurre el espíritu activa la intuición y por medio de ella le hace saber a esa personalidad que existe y le guia hacia él (Ella, mejor dicho).

CARLOS SIGLER