Ahí os envío dos joyas divinas: la música del organista AYARRA y la Catedral de Sevilla. Es un homenaje al 50º aniversario de ese genio aragonés entre los sevillanos. Como para dudar de los dones con los que ya vienen algunas criaturas dotadas...Es un regalo para los sentidos del oído, la vista y el Espíritu. Son 24 minutos, y el final son sones del ALELUYA y me ha parecido apoteósico.
Regla, me has superado total en escribir prosa en vertical, jajaja, qué bárbaro, que curre. gracias amor.
ResponderEliminarFenómeno este músico sacerdote encargado de uno de los mejores órganos del mundo cristiano; tendríamos que ir un día a oírlo todos con Emilio en directo, porque debajo de esos arcos gigantescos góticos de piedra inanimada, concepto anterior a la física cuántica que tanto nos embelesa, suena, recuerdo, a música de serafines empoderados, esos discernimientos del mundo de la creación, que forman el trono de gloria de nuestra pobre alma, allí por fin endiosada por la lengua de los ángeles y arcángeles : nuestras acciones y formas espirituales, recibidas por la gracia.
Cariños hermana.
Muchas gracias Regla,
ResponderEliminarbesos y abrazos.
Eso mismo me pregunto yo: ¿Qué ha pasado para que algo que escrbiera en horizontal, se hiciera vertical, como aseguran sucede con las cosas cuando se las traga un agujero negro? Te aseguro que no quise emularte ni superarte, Tito: eso son cosas de los duendes de la informática, que andan siempre viendo la manera de cómo divertirse fastidiando a los hombres, pero copio de nuevo esa frase que está deshilachada, aunque no han podido impedir que se escuche la maravillosa música del organista AYARRA ni que se vea esa Catedral única de la que estamos tan orgullosos todos los sevillanos:
ResponderEliminarCopio: Ahí os envío dos joyas divinas: la música del organista AYARRA y la Catedral de Sevilla. Es un homenaje al 50º aniversario de ese genio aragonés entre los sevillanos. Como para dudar de los dones con los que ya vienen algunas criaturas dotadas.
Es un regalo para los sentidos del oído, la vista y el Espíritu. Son 24 minutos, y al final son sones del ALELUYA y me ha parecido apoteósico. Regla.
http://youtube.be/Sc3ZPSD-Fg8
(Si no sale pulsando este enlace, sale pulsando el que está en vertical: los duendes no han podido anularlo.)
Y disculpad este imprevisto del que os aseguro no he tenido arte ni parte.
Pues si no ha sido tu mente ha sido tu alma, que subió arriba con algún pedidillo y bajó súbito a regalarnos la música de la Catedral, a manera de rayo certero , apuntando en la diana sin zig-zag.......................me fascinó el duende wifi. Besos
EliminarGracias por tus amables palabras, Tito. Me consuela saber que ha podido haber sido eso, antes que la teoría del agujero negro, que cuando te arrastra a su fondo, vas tomando forma de fideo.
EliminarRegla.
Jajaja, la imaginación al poder!!! Bien hermana, bien!...cuéntanos la síntesis de tu nuevo libro, en un parrafito, ándale!
EliminarCorrijo: el enlace exacto es:
ResponderEliminarhttp://youtu.be/Sc3ZPSD-Fg8
Regla
Mucha tentación y osadía es lo que me pide usted.
ResponderEliminarQue adelante la síntesis de una obra que atascada se encuentra,
por no se sabe qué extraños avatares,
cuando todo comenzó con mucha
fuerza.
Una fuerza que no era mía ni procedía de mi mente,
Por la gloria de mi madre,
Ni tampoco la gloria de mi abuela.
Era una fuerza misteriosa,
La que me hacía teclear como una loca,
O una posesa de esas a las que la cabeza da vueltas,
Con tantos giros como el planeta.
Mas hete aquí, que cuando todo acabado estuvo,
Y sólo a falta de puntos y comas estaba,
Y de repaso de otros signos,
Porque esa fuerza con tanta rapidez dictaba,
Que de esas cosas de los hombres, para nada se ocupaba.
Y en este tiempo de espera en el que esa obra se encuentra en el ordenador congelada,
Me han salido ocasiones miles,
De poder ser publicada;
Mas como te digo, Tito,
Ya no sé si es un exceso de pudor,
O que la entidad ésa que en mi interior
Con tanta fuerza se expresó,
Ahora cambió de parecer
Y ya no quiere aparecer más
Ante los ojos de los humanos,
Con los que -¡Vive Dios!-
Se encuentra ese Ser
muy, pero que muy disgustado.
No obstante todo esto que os cuento, Hay otro ser que -de toda esta
historia-
Se encuentra y está por medio;
Y es mi Agente Literaria,
Que, juro que sin yo buscarla,
Un día me bajó del Cielo,
Y a la que pedir permiso tengo,
Para -de ese libro- poder adelantar algo.
Y aquí me despido, Tito querido,
De este bodrio de versos tan rimados,
Que juro que de mí no han salido:
Esto, seguro que lo ha parido
Ese duende que ayer andaba suelto,
Y ¡hoy ha vuelto el joío!
Regla