martes, 4 de septiembre de 2018


                                                        DESDE LAS PLEYADES



Nos pasamos la vida buscando emociones novedosas, excitantes, especiales, pero todo lo que hemos creado a nuestro alrededor no es más que un camino de huída. En el Zen es todo lo contrario, se trata de un camino de encuentro, de contacto personal, de un permanente darse cuenta. En la práctica insistimos mucho en el espíritu de MYOHO, “tal cual es”. Nos levantamos, aseamos, meditamos, comemos, hacemos distintos ejercicios o tareas, nos volvemos a sentar.. La práctica nos lleva siempre al aquí y ahora: cada inspiración es aquí, cada espiración es ahora. Esta es una buena referencia. Haciéndolo así, iremos más allá del dualismo y nos sentiremos en interconexión con todo, con lo que creemos que está de más.

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