DESDE LAS PLEYADES
En todas las situaciones del vivir se puede contemplar. Para contemplar hay que atravesar el silencio y retornar a la quietud. Desde el bullicio del pensar, sentir, desear, temer, no se presentará la luz en la mirada. El equivalente del ruido externo es el ruido interno del pensamiento. El equivalente del silencio externo es la quietud interna. Permanecer sentados y quietos significa conservar nuestra sensación de integridad (consistencia interior) ante las demandas y manipulaciones del exterior y ante los miedos y compulsiones del interior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario