Namasté
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Namasté , "La luz de Dios en nosotros, celebra su presencia eternamente en nuestros corazones"
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lunes, 17 de junio de 2019
DESDE LAS PLEYADES
Manera 4 de subir la Vibración.
Ábrete al sentir.
Desde la cabeza tratas de dirigir tu vida a través de la razón, la lógica, tus creencias aprendidas?
La fuente se siente, no se piensa.
En la era de la información le hemos brindado demasiada importancia al intelecto y se está apoderando de nosotros.
Hay un plan para ti y eso te hace único, pero ese plan no te lo va a revelar tu pensamiento.
Tu mente está diseñada para decidir el ‘cómo’, no el ‘qué’ y tu camino a veces se ve obstruido por la razón que te machaca con todo lo que ‘tienes que hacer’.
Libérate de la carga de controlarlo todo, de tener siempre la razón, trata de no juzgar, simplemente sé.
Tú no eres tus pensamientos.
Si aprendes a no identificarte con tus pensamientos, a relajar la mente, a estar presente y a sentir, verás como dejas de creer que aquello que piensas eres tú.
Igual que los rayos de sol no son el Sol, tus pensamientos no eres tú.
Igual que el mapa no es el territorio, tus pensamientos no eres tú.
Relaja las riendas, deja de apretar, permite el fluir de la sabiduría natural de la vida.
Quedan las huellas de un bloqueo.
Tu pasado hace mella, si eres una persona sensible puede que hayas aprendido a no sentir para evitar el sufrimiento.
Es el camino habitual, pero es el camino equivocado.
Si te cierras al sentir, si bloqueas tus emociones, quizás sientas menos el dolor ante circunstancias que te hieren, pero a la larga tampoco podrás sentir.
Si te niegas el sentir te encapsulas, dejas de vivir tu vida y vives otra cosa con sabor amargo.
Siente.
Con las capas de hormigón has atrincherado tu corazón.
Lo bueno de entrenarse en el sentir es que, una vez comienzas, las corazas van cayendo una a una en efecto dominó.
Si te abres al sentir aprenderás a darle un sentido a todas estas etapas de tu caminar.
Una vida sin problemas no es una vida, una vida sin conflictos no es una vida, pero vivir continuamente en la confrontación, la preocupación y la batalla tampoco es una vida.
Cómo me abro al sentir?
Lo primero es tomar conciencia de que habitas demasiado en tu azotea, quizá sea una vista bonita pero efectivamente es parcial.
Abrirte al sentir es dedicarte a escuchar tu cuerpo.
Baja de allá donde estés, rodeado de tus proyecciones y siente, porque el ser humano que no se abre al sentir no puede percibir los consejos que la vida le da a cada instante.
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