DESDE LAS PLEYADES





HIPÓCRATES


El enfermo debe participar en su curación.

La fuerza que se encuentra en cada uno de nosotros es nuestro mejor médico.

Aseguraba que era incapaz de tratar a las personas que no habían decidido curarse.

Hipócrates propuso que había que estudiar no solo la enfermedad sino al propio paciente.

Para ello analizaba su entorno, sus costumbres y los antecedentes familiares.

Es el germen de lo que ahora llamamos historial clínico, algo que supuso un giro radical.

Además pensaba que era la Naturaleza la responsable de la curación, y que el médico solo podía intentar ayudar, facilitar la evolución natural de los pacientes.

Participar en cualquier proceso de enfermedad o dolor que altere nuestra salud es fundamental, se trata de ser conscientes y observar qué le está pasando en nuestro cuerpo, a nuestra mente y a nuestras emociones.

Lo hacemos?

La inmensa mayoría No.

Ponemos nuestra salud inmediatamente en manos del médico, haciéndole responsable único de nuestras dolencias, en lugar de observar qué nos está pasando y colaborar con el médico como un paciente activo.

Casi nadie percibe a su propio cuerpo, ni a su mente, ni a sus emociones.

Tampoco se pregunta qué puede hacer en su proceso de enfermedad o dolor.

No nos implicamos.

Es más fácil y cómodo entregar a otro, todo nuestro poder, toda nuestra fuerza y toda nuestra sabiduría interna.

Hipócrates y los que se han llamado Médicos Hipocráticos, tenían mucho conocimiento de la función del cuerpo humano, sano o enfermo.

Su obra significa un enorme salto hacia delante.