Namasté

¡Hola!, bienvenid@

Namasté , "La luz de Dios en nosotros, celebra su presencia eternamente en nuestros corazones"

jueves, 9 de febrero de 2017


                                                              DESDE LAS PLEYADES


La alegría es una emoción placentera y tiene el papel único de aportar ánimo vital a la experiencia humana y es crucial en la lucha por la supervivencia y el crecimiento. La alegría es el estado de regocijo interior que nos hace sentir vivos y equilibrados; es una excitación que produce placer y felicidad y es un sentimiento grato que nos obliga a ver el lado risueño y gracioso de las cosas. Es una emoción expansiva que se necesita expresar y compartir con los demás.

Su manifestación más típica es la sonrisa, que puede adoptar diversas formas: genuina, falsa y enmascarada. 

  1. La sonrisa genuina, sentida, o autentica acompaña al sentimiento de una emoción positiva.
  2. La sonrisa falsa o fingida es un gesto afectivamente vacío, que trata de aparentar un sentimiento positivo que realmente no está ocurriendo. Se simula experimentar alegría.
  3. La sonrisa enmascarada se da cuando una persona está experimentando una emoción negativa (miedo, ansiedad, tristeza, ira…) e intenta ocultarla aparentando un sentimiento positivo.

¿Cómo se siente la alegría en el cuerpo?

Se trata de una activación general en todo el cuerpo que implica expansión. La risa es la forma más primitiva de disfrute, posteriormente se diferencia en respuestas más discriminadas como la sonrisa, la risa ahogada, la risa tonta, la risotada y las carcajadas. La risa es, por lo tanto, una respuesta compleja y estimulante que involucra a la respiración, los músculos faciales y el cuerpo entero. Recientemente, se ha escrito mucho acerca de las cualidades que tiene la risa para fomentar la salud.

¿Y cómo se manifiesta la sonrisa en sus diferentes formas?

La sonrisa genuina implica la contracción de los músculos cigomático mayor del parpado, lo que hace que se estiren los labios, se eleven las mejillas y se agoste la apertura de parpados. El gesto confluye con el sentimiento de alegría. La sonrisa falsa. La contracción muscular es menos intensa y la expresión del gesto menos marcada. La sonrisa enmascarada. La persona, por cortesía, interés o vergüenza, no desea dejar traslucir su verdadera emoción.

¿Para qué nos sirve la alegría?

La alegría nos ayuda a ser más creativos y a la vez tiene mucho que ver con la existencia de la especie humana. La respuesta de sonreír se activa en etapas tempranas de la vida al ver la cara del cuidador, por la aparición repentina de algo conocido, por la aparición de distorsiones en lo conocido y mediante el logro de resultados perseguidos con los propios esfuerzos, es decir “porque está saliendo bien”. Tanto la respuesta de sonreír como la experiencia de la alegría en respuesta a la cara humana constituyen una gran recompensa. Así pues la alegría complementa al interés y a la tristeza, garantizando que somos criaturas sociales. En relación con el entorno inanimado, la experiencia de entusiasmo, cuando se logran metas, también conduce a la alegría. Sentirse eficaz se vive como una sensación agradable y que nos mantiene involucrados en proyectos.

Alegría desadaptativa

La mayor parte de los problemas relacionados con la emoción positiva se dan por disminución o ausencia. Los problemas con los que nos encontramos están, por supuesto relacionados con la ausencia de alegría, asociado a las experiencias traumáticas y en los síntomas del estrés postraumático.



Trabajo Psicoterapéutico

De forma clara, el proceso de acceder a las emociones positivas difiere en muchos aspectos del acceso a los sentimientos más dolorosos y problemáticos de cada persona. Sin embargo, la meta, como ocurre con otras emociones, es atender a esas emociones para informar a la acción. En las etapas tempranas de la terapia, en las que la ausencia de emoción positiva constituye un problema, prestar atención a esta ausencia puede evocar una especie de anhelo por esa parte perdida del sí mismo. Las intervenciones que dirigen la atención y resaltan dicho anhelo aumentan la motivación para acceder a este sí mismo oculto esencial. Entonces, cuando aparece en el momento, lo atendemos, focalizamos e intensificamos centrándonos en el presente.

Cabe destacar también que la sonrisa enmascarada la tratamos como una parte tan importante como las otras. Nuestro objetivo ira dirigido a poder graduar esa sonrisa dándole el permiso para que pueda contar toda la historia guardada, toda la experiencia vivida que en su día apareció como un mecanismo de supervivencia. El bloqueo defensivo de recuerdos dolorosos y de la experiencia, como una estrategia para afrontar la intrusión de estas, puede generalizarse en un entumecimiento de toda experiencia emocional. Esta situación es bastante común en las consultas. Lo podemos experimentar con una persona que no está pasando por su mejor momento y cuando le preguntas cómo está, te dice que “bien” mientras esboza una sonrisa. Y en este sentido, la sonrisa equivale a un mecanismo de defensa, una máscara que sirve para ocultar un estado y a la vez una protección de supervivencia.

¿Cómo recuperar la alegría aprendiendo a vivir en el presente?

·        Algunos cambios parecen negativos a primera vista pero crean el espacio para que algo nuevo llegue Es cierto que algunos cambios generan dolor. Pero esta pena que sientes al dejar algo solo significa que te llenó emocionalmente. Por eso, si hoy te enfrentas a alguna situación que te obliga a cambiar, no la veas como algo negativo, vívela y disfrútala.

·        Recuerda que el presente es todo lo que tienes. Haz del “ahora” el centro de tu vida Pasamos tanto tiempo preocupados por el futuro que se nos olvida lo que tenemos. Puede ser un futuro más o menos seguro o totalmente incierto. No hace falta que dejes de pensar en el futuro, pero si a vivir realmente el hoy. Después de todo, tu vida actual es el futuro que tanto planeaste un día. Así, que lo mejor que podemos hacer es verlo y vivirlo.

·        Acepta todo. Cualquier cosa que el presente te ofrezca, acéptalo como si lo hubieses elegido. Trabaja con lo que tengas, no en su contra Uno de los hábitos más comunes hoy en día es quejarnos. Nunca tenemos suficiente de nada. Recuerda que tenemos dos opciones: aceptar y valorar el presente o vivir en su contra. Tenemos la capacidad de elegir. Tan solo recuerda que aprender a apreciar y sacar provecho de lo que tienes también es posible, tratando de agradecer por las ventajas que hay en tu vida. En todo caso, si no te gusta lo que tienes trabaja con ello para obtener lo que buscas.

·        La causa de infelicidad nunca es la situación, sino tus ideas sobre ella Pensar que nada hay de bueno en tu presente solo sirve para hacerte infeliz. Cada uno se crea sus propias tragedias y alegrías. Podrías tener la vida perfecta pero no será suficiente si crees que te falta algo. Puedes pensar que te falta de todo cuando lo único que no tienes es la capacidad de ver lo bueno. Cada situación y cada momento tiene algo que vale la pena. Si te cuesta creerlo prueba con el agradecimiento. Cada día busca una cosa nueva que le puedas agradecer a la vida. En poco tiempo tendrás un presente más feliz.

“La buena vida llega cuando no asumes nada, haces más, sonríes a menudo, sueñas en grande, ríes mucho y te das cuenta de lo bendecido que eres con lo que tienes”

(Zig Ziglar)

No hay comentarios:

Publicar un comentario