DESDE LAS PLEYADES
Llega un momento en la práctica meditativa en la que sueltas y te abandonas, confías en el cuerpo, fluyes con la respiración y te das cuenta de que aunque los patrones están ahí en forma de diferentes imágenes mentales, al no alimentarlas más, al dejar que se vayan disolviendo por sí mismas, terminan por desaparecer. La experiencia que se tiene es de gozo sereno y un profundo y amoroso deseo de querer compartirlo con todos los seres. Nace así la bodhicitta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario