Como decía TS Eliot en mi comentario anterior, el ser consciente es ver por primera vez cómo haces el qué estés haciendo en este ahora, único que existe. Así vivimos el presente plena-mente, con todo nuestro ser, no acelerándolo hacia el futuro de ese acto, que será otro ahora que todavía no tiene que ser. Curiosamente al ralentizar consciente el qué prestando atención al cómo, aceleramos nuestra percepción de la realidad del ahora, fortaleciendo nuestra consciencia, haciéndonos inteligentes o interrelacionados con el cómo en el qué experiencial, que de otra manera menos consciente, nos lo perderíamos sin vivenciarlo como merece.
Entrenándonos en este método de actuar, lo convertimos en un acto de Dios, porque sentiremos en el itinerario, el amor que encierra todo qué al conscienciar el cómo...como Dios lo haría, como Dios en mi lo está haciendo, dándole importancia a la experiencia por trivial que parezca.
Siendo todo un lujo sentimental interior, en aquellas que llamamos relevantes...al ignorar al fantasma futuro pura ficción mental.
Primer propósito el qué y segundo propósito el cómo y su interrelación nuestra consciencia cada vez más elevada, más unida, eliminando el estrés, la ansiedad, la locura de nuestra mente enferma por la inconsciencia.
Lo personal soy yo lo impersonal vosotros unidos por una superpersonalidad común la Presencia el Yo Soy el Nosotros que nos aclara el misterio de la separación mental del Principio de otra manera inalcanzable.
Porque todo radica en que Dios no tuvo principio y nosotros si pero Nosotros no yo solo y entre todos podremos en el futuro eterno pasado el cuento extraño del espacio tiempo comprender la movida nunca mejor dicho.
Cuando Nosotros seamos como Él justo como al Principio pero ganándole en experiencia que es lo que Ella quiere para que Él nos reciba como pares.
Como decía TS Eliot en mi comentario anterior, el ser consciente es ver por primera vez cómo haces el qué estés haciendo en este ahora, único que existe.
ResponderEliminarAsí vivimos el presente plena-mente, con todo nuestro ser, no acelerándolo hacia el futuro de ese acto, que será otro ahora que todavía no tiene que ser.
Curiosamente al ralentizar consciente el qué prestando atención al cómo, aceleramos nuestra percepción de la realidad del ahora, fortaleciendo nuestra consciencia, haciéndonos inteligentes o interrelacionados con el cómo en el qué experiencial, que de otra manera menos consciente, nos lo perderíamos sin vivenciarlo como merece.
Entrenándonos en este método de actuar, lo convertimos en un acto de Dios, porque sentiremos en el itinerario, el amor que encierra todo qué al conscienciar el cómo...como Dios lo haría, como Dios en mi lo está haciendo, dándole importancia a la experiencia por trivial que parezca.
Siendo todo un lujo sentimental interior, en aquellas que llamamos relevantes...al ignorar al fantasma futuro pura ficción mental.
Primer propósito el qué y segundo propósito el cómo y su interrelación nuestra consciencia cada vez más elevada, más unida, eliminando el estrés, la ansiedad, la locura de nuestra mente enferma por la inconsciencia.
Lo personal soy yo
ResponderEliminarlo impersonal vosotros
unidos por una superpersonalidad común
la Presencia
el Yo Soy
el Nosotros
que nos aclara el misterio de la separación mental del Principio
de otra manera inalcanzable.
Porque todo radica en que Dios no tuvo principio
y nosotros si
pero Nosotros
no yo solo
y entre todos
podremos en el futuro eterno
pasado el cuento extraño del espacio tiempo
comprender la movida
nunca mejor dicho.
Cuando Nosotros seamos como Él
justo como al Principio
pero ganándole en experiencia
que es lo que Ella quiere
para que Él nos reciba como pares.