¿Existe Dios?

Mensaje de Waldo de Cusco, Perú:

Hola, me llamo Waldo, soy de Cusco y últimamente me he sentido muy triste porque he dejado de creer en dios, ese que dicen que es todo amor cosas buenas, he visto las cosas que pasaron en la historia y hubo mucho sufrimiento y maltrato entre los humanos y dios no hace nada.
En mi entorno también veo personas con necesidades que perdieron sus sueños, viven para sobrevivir haciendo cualquier cosa,  pensando solo en conseguir plata, también animales en las calles muy necesitados y todo, cómo dios puede permitir algo así?. Por eso he dejado de creer en dios, al final dios no hace nada, es infértil estar rezando o yendo a las iglesias, lo único que se ayuda somos nosotros, los humanos tenemos que arreglar nuestros problemas y no estar rezando a algo que no existe, que no va a hacer nunca nada para que acabe tanto odio.

Nuestra respuesta:

Querido Waldo,
Bienvenido y muchas gracias por tu valioso aporte. Es mucha la gente que se ha hecho un planteo similar al que has compartido, el cual a primera vista, y desde una perspectiva humana, tiene su lógica. Pero he aquí un punto clave: es un planteo hecho desde la perspectiva humana, y desde el concepto humano que tenemos de Dios. Como no conocemos a la Divinidad, tendemos a creer en un Dios a imagen y semejanza del humano, en lugar de buscar lo contrario. Entonces imaginamos o conceptualizamos a un Dios similar a un ser humano gigante, separado de nosotros, con una gran personalidad, que decide cosas, y que puede apuntar con un dedo y hacer esto o aquello, pero que no hace nada para salvarnos. Esta contradicción se desprende mucho de la visión religiosa de Dios, y es común oír en la calle frases como "Dios aprieta pero no ahorca", responsabilizando a Dios de nuestros pesares.

Siguiendo con tu planteo, veo que te refieres a iglesias, a rezar. No digo que eso esté mal, cada quien es libre de vivir su espiritualidad a su manera y en todas las corrientes espirituales podemos encontrar enseñanzas valiosas, pero lo que proponemos en este Portal y desde este nuevo paradigma es una espiritualidad diferente, más centrada en el contacto directo con la Divinidad Interior, la Chispa Divina que todos llevamos dentro, que la podemos nombrar de otras maneras, como por ejemplo Esencia, Ser Superior, aunque por supuesto es algo que está más allá de denominaciones. Esta Esencia es accesible en el interior de todos y cada uno de los Seres Humanos que habitamos este planeta, más allá de cualquier condición socioeconómica. La desconexión con esta Esencia es la fuente de todo pesar, de todo sufrimiento, ya sea sufrimiento propio o sufrimiento infligido al prójimo, que en definitiva es lo mismo. Acceder a esta Esencia es sumamente sencillo, y no necesitamos intermediarios. En este Portal puedes encontrar muchísimos artículos de libre acceso que hablan de esto.

Siguiendo con la perspectiva humana de la que hablábamos al principio, una pregunta o planteo que probablemente se puede desprender de lo recién explicado puede ser algo como "de todas formas hay algo que no me cierra: ¿para qué o por qué es que estamos separados de esta Esencia o de Dios?"

Desde muchas enseñanzas espirituales alineadas con el nuevo paradigma espiritual que aquí compartimos, se explica que en cierto momento nosotros mismos como consciencia estábamos plenamente en Unidad con la Divinidad, en un estado de Eternidad, y decidimos separarnos, para experimentar la separación, para experimentar el tiempo tal como lo conocemos, para vivir la experiencia, los contrastes, las polaridades, como si se tratase de un gran juego. Los antiguos maestros hindúes han denominado "Lila" a este gran juego de separación. También lo podríamos interpretar como que en el origen de la creación del Universo físico la misma Divinidad decidió separarse en infinitas partes, para poder experimentar esta creación y experimentarse a sí misma.

El objetivo de este juego se hace muy claro: que cada parte pueda volver a la Unidad, que podamos retornar a la Divinidad, a nuestra Fuente, y poder manifestar esta Divinidad en los planos de aparente separación en donde existimos actualmente. Digo "aparente" separación, ya que en el fondo, en lo profundo de nosotros, en las dimensiones superiores, en realidad nunca nos hemos separado de esta Divinidad, entonces por más real que nos parezca, toda nuestra condición de sufrimiento y separación es, en últimas instancias, una ilusión. Entiendo que muchas personas se podrían indignar ante este planteo y decir que conocen a mucha gente que está sufriendo mucho, que está padeciendo miles de cosas, y que ese sufrimiento es real. Nuevamente, no digo que el sufrimiento o el padecimiento no sea real desde nuestra visión y vivencia humana, por supuesto que es real si solo lo miramos así. En mi caso también me ha tocado vivir experiencias de gran sufrimiento humano. Pero lo que se trata de explicar aquí es algo que va más allá, y que requiere que ampliemos nuestra perspectiva y abramos nuestra mente y corazón. No me refiero a no hacernos cargo de mejorar el mundo o de mirar para otro lado cuando hay tanta necesidad social, tanta necesidad de amor, de justicia, de paz, de cuidado de la madre tierra, etc. La visión que intentamos compartir va de la mano con mejorar el mundo, de hecho, para mi es la clave para que el mundo pueda mejorar de verdad, de raíz, para que el mundo pueda "salvarse". Pero sigamos paso a paso, armando juntos el cuadro mayor.

En este gran juego, en esta dimensión, otra de las claves es el Libre Albedrío. Esto significa que podemos decidir qué hacer, qué sentimientos albergar, a cada paso que damos, y no hay una entidad mayor que nos prohíba hacer o sentir tal o cual cosa. Muchas veces hacemos cosas o albergamos sentimientos en automático, y pareciera que no decidimos, pero en esos casos solo estamos siendo inconscientes. Entonces, desde esta visión, podemos comenzar a comprender a esta Divinidad despersonificada, que no anda por el mundo físico intentando evitar catástrofes o frenando físicamente a una persona cuando está por infligirle sufrimiento a otras.

Dicho esto, otro punto clave es el acceso que tenemos a esta Divinidad desde nuestro Interior. En todo momento, todos tenemos este acceso, esta puerta a la Asistencia Divina, solo es cuestión de invocarla y disponernos a recibirla. Esta asistencia puede llegar en miles de formas, puede ser una inspiración a hacer algo, puede ser una inspiración que nos traiga una profunda claridad que reemplace nuestras dudas o sufrimientos, puede ser una inspiración que nos lleve desde sentimientos de separación y odio a sentimientos de amor y Unidad, o de sentimientos de depresión y angustia a sentimientos de paz y dicha, o una inspiración que nos ayude a ver realmente más allá de las ofensas, a ver realmente más allá de las ilusiones. Esta Asistencia puede llegarnos, incluso, desde el mundo interno hacia el externo. Esto sucede cuando en nuestra experiencia se dan las sincronías, esas aparentes coincidencias que realmente nos asombran, cuando todo parece acomodarse para asistirnos o para guiarnos hacia cierto rumbo, y que si estamos abiertos a percibirlo podemos ver claramente que se trata de la influencia de algo más allá del mundo manifiesto.

De la mano del punto anterior, otro punto clave es la ausencia o presencia de Dios, o la ausencia o presencia de Consciencia. Cuando somos capaces de cometer los mayores actos de inconsciencia, es cuando más alejados estamos de la Inspiración Divina, cuando más alejados estamos de nuestra Esencia, y cuando más inmersos estamos en nuestro pequeño yo separado e ilusorio, que muchas enseñanzas espirituales han llamado ego. Y en los mayores actos de consciencia, de Amor hacia los demás y hacia nosotros mismos, es cuando más cerca estamos de esta Inspiración Divina. Desde esta Inspiración podemos nutrirnos para ayudar a mejorar el mundo manifiesto en sus más diversos aspectos, y lo haremos con la alegría de sabernos asistidos.

En estos planos transitaremos muchas experiencias, muchas desde un punto de vista humano serán agradables, otras desagradables, algunas incluso podrán ser terribles tragedias si solo las vemos desde la visión humana, pero todas contendrán la semilla para que madure y florezca en nosotros la conexión con nuestra Esencia, que es nuestra conexión con la Divinidad. Entonces podemos ver que todo esto tiene un sentido, que es hacernos conscientes, poder retornar a la Divinidad, poder retornar al Amor, a nuestra Fuente, y a medida de que cada uno de nosotros lo hace, ayudamos a que se manifieste esto en toda la humanidad. Y de esta forma, de verdad estamos ayudando a que el mundo mejore de raíz, y no estamos solos, sabemos que cada vez somos más los que estamos transitando estos Caminos, de la mano de la Divinidad que siempre nos asiste.

En estas fechas especiales, desde el Corazón Uno les deseamos a todos que la Presencia Divina los colme de dicha, paz y bendiciones.

Escrito por: Sebastián Alberoni
Fuente: http://www.caminosalser.com/