Tu subconsciente tiene sus raíces en la unidad o la singularidad del Ser. Todos los pensamientos originalmente provienen de este Ser Superior, y como tal, son intocables e incorruptibles por las creencias o las aprensiones (expectativas de miedo). Sólo que cuando tus pensamientos emergen de tu subconsciente es cuando les adjuntas toda clase de significados, y estos significados están basados en tus creencias y experiencias recopiladas previamente. Pero el Ser Superior no tiene referencias de las expresiones negativas de la dualidad, tales como… no… no… no puedo… no quiero… no lo haré, etcétera. Así que cuando estás pensando, ―espero que no esté contrayendo cáncer así como mi madre lo hizo‖, o… ―espero no quedarme sin dinero otra vez este mes‖, tu mente subconsciente escuchará, ―espero que esté teniendo cáncer así como mi madre tuvo‖, y, ―espero quedarme sin dinero otra vez este mes‖. Las expresiones de miedo ponen energía exactamente en eso que no quieres. Tu Ser Superior está hecho de uno (no de dos), de la unicidad, no de la dualidad, y no tiene limitaciones en su habilidad para cumplir con tus deseos, sólo tiene posibilidades infinitas. Simplemente no puede reconocer una negativa (no lo haré) versus la instrucción positiva (lo haré). Y también percibe tus dudas y tus miedos como los deseos que necesitan ser cumplidos. Todos los deseos ―retornan‖ a la pureza del Ser Superior para ser realizados; los deseos lo hacen automáticamente en el momento después de que los has expresado. Entonces el universo no tiene otra elección más que seguir las instrucciones que has alimentado en tu mente subconsciente, las cuales tienen acceso a la energía y a la inteligencia infinita. Si tuvieras cáncer y vinieras a mi oficina con la pregunta, ―¿Cómo hago para deshacerme de esto?‖, me escucharías decir: ―hónralo, y al honrarlo, sanará‖. Atacando al cáncer de cualquier forma, ignoras su propósito y su valor. El cáncer no aparece para destruirlo. Está allí para liberarte de tus creencias limitantes. Tratar de deshacerte de él implica que tú crees que el cáncer es una enfermedad terrible que en cierta forma está adherido a ti y que necesitas ayuda para extirparlo fuera de tu cuerpo. La verdad del asunto es que el cáncer nunca se habría desarrollado si no hubieras tenido ese sistema de creencias en ti primero. El cáncer, que en el nivel físico es simplemente un desequilibrio manifestado dentro de las células del cuerpo, es tu oportunidad para introducir el equilibrio en todos los aspectos de tu vida y para confiar en ti mismo. Escogiste el cáncer para ayudarte a hacerlo porque él trata los asuntos del balance más eficazmente. Una vez que aceptas y honras el cáncer por su rol y su propósito, estás en condiciones de seguir adelante y curarte desde adentro de ti mismo. Así es cómo creas tu propia realidad en tu vida. No hay limitaciones para el Ser, salvo aquello en lo cual tú crees. Si quieres crear una realidad diferente, antes necesitas entender cuál es la naturaleza de tus creencias. La razón por la cual has sido equipado con una mente consciente es para que puedas examinar tus creencias y puedas dar a tu Ser interior una foto diferente de la realidad. No hay poder en el mundo que pueda quitarte esa habilidad. Si estás furioso con alguien, es la idea o la creencia que tú tienes acerca de esta persona lo que te induce a tener esta emoción, no a la inversa. La emoción es totalmente dependiente de lo que tú crees. Entonces, basado en tus creencias, primero crearás ciertas emociones y, a continuación, los pensamientos correspondientes reforzarán tu creencia original. Los pensamientos pueden (o no) inducirte a actuar de modo que ellos se manifiesten en tu vida. Por ejemplo, tu nuevo amigo te promete una cita para cenar afuera. Te vistes bien y esperas disfrutar una velada maravillosa juntos, pero él no aparece. Aparece una reacción de decepción, luego frustración debido a todo el esfuerzo que pusiste en prepararte, y, tarde o temprano, enojo. Estás enojado porque piensas que él te falló a propósito ó tal vez olvidó la fecha de la cena que te prometió. Otra reacción para este panorama podría ser de preocupación acerca del bienestar de tu amigo, pensando que quizá él tuvo un accidente automovilístico. La idea de que algo malo debió ocurrirle te causa ansiedad y nerviosismo. Una tercera reacción podría ser tomar la situación tal cual es sin crear una proyección mental acerca de la razón que causó el retraso. Esta versión no incluiría una respuesta emocional en absoluto. Cualquiera sea tu reacción, son tus ideas y tus creencias, que forman la estructura de tu experiencia. Todas las situaciones son fundamentalmente neutrales. No poseen significados incorporados, salvo esos que tú les asignes. Teñida por tus creencias personales, la energía neutral e imparcial se traduce en sentimientos específicos, pensamientos y emociones que a su vez crean tu experiencia de vida. Las creencias automáticamente te inducen a sentir y comportarte de cierto modo. Procurando evitar, suprimir, o cambiar estos pensamientos no deseados, sentimientos, o emociones es una empresa sin remedio porque sus raíces (las creencias) están todavía allí. Esos pensamientos, sentimientos, y emociones te permiten ponerte en contacto con las creencias que los han causado, en primer lugar. Verlos de modo neutral te permitirá asignarles cualquier significado que quieras. En lugar de decir, ―esto me está causando una gran cantidad de problemas‖, mejor podrías preguntar, ―¿En qué forma podría esto ayudarme?‖ Traduciendo una situación aparentemente negativa en una útil, reavivas y actualizas tu habilidad consciente de crear una nueva realidad para ti mismo y tu mundo. Tus creencias y las razones para tenerlas se encuentran adentro de tu mente consciente. Muchas personas asumen que esas creencias están por siempre sepultadas en el pasado de esta vida, ya sea de ésta o quizá, incluso, de otra pasada. A menos que ellos cambien esa creencia, no podrán crecer y expandirse. Todas las creencias que posiblemente tengamos están alineadas correctamente con nosotros a cada instante. Es tiempo de examinarlas a todas y soltar esas que implican limitaciones básicas, como, ―no puedo hacer este trabajo porque no soy lo suficientemente listo‖, o, ―no puedes tener todo en la vida‖, o incluso, ―todos debemos envejecer y morir‖. Es hora que nos demos cuenta de que cualquier idea que aceptamos como la verdad es una creencia que mantenemos. Esa creencia crea y forja nuestra realidad personal. Una vez que identifiques una creencia, puedes cambiarla y puedes crear una nueva realidad. Si te sientes enojado o triste acerca de algo, pregúntate qué creencias tienes para sentirte de esa manera. Después, reconoce las creencias que mantienes. Descubrirás que no hay razón real que podría justificar la ira o la tristeza, excepto la ilusión (la creencia) de la separación. Aceptando una comprensión más amplia, más unificadora de tu situación, generará emociones amorosas, que a su vez te brindará pensamientos completamente diferentes de los que tuviste antes. Esto también cambiará el modo en que te comportas y actúas. Todas las creencias contienen su propio sistema intrínseco ―autoperpetuo‖ de lógica y evidencia. Cada creencia tiene su justificación racional, su verdad relativa y su perspectiva. Si alguien pobre piensa que es constitucional robar a los ricos, porque los ricos explotan a los pobres, son propensos a convertirse en ladrones e incluso sentirse bien con eso. Realmente, han creado todas las razones necesarias para pensar así. El principio básico aquí es que sólo podrás entender y crear en tu vida lo que crees que es tu verdad. Sólo ves lo que tú crees, ni más, ni menos. No hay otra realidad allí afuera que aquella que creas adentro. Las cosas, simplemente, no te ocurren, tú haces que ocurran. La verdad última de la vida no se basa en una idea; es el estado de conciencia el que crea desde adentro de sí mismo cualquier cosa que quiera, sin limitaciones. Estamos en la forma humana para aprender conscientemente el arte de la creación.
Extracto del libro:
"Rasgando el velo de la dualidad"
De Moritz Andreas.
Estupendo resumen de lo que nos ocupa, fíjate si es poderosa nuestra conciencia, que crea no solo el entorno deseado o indeseado, sino nuestros propios cuerpos para vivir esas experiencias.
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