DESDE LAS PLEYADES

 Algún día me libraré del ego" 

¿Quién lo está diciendo? 

El ego. 

En realidad, librarse del ego no es un trabajo tremendo, sino algo muy fácil. Lo único que tienes que hacer es ser consciente de tus pensamientos y emociones mientras van ocurriendo. Esto no es realmente "hacer", sino estar alerta y "ver". 

El primer paso es saber qué es el ego para que puedas liberarte de la esclavitud de la mente.

El ego son los pensamientos compulsivos condicionados por nuestro pasado y de los que somos inconscientes. Crees que tú eres tu mente.

Un ejemplo para entender el ego: ¿qué haces cuando conoces a una persona? Esta te está hablando sobre cualquier tema y mientras lo hace tu ego la está etiquetando (simpática, amable, engreída…), juzgando, comparando, especulando, criticando, y así sucesivamente. Es prácticamente imposible escuchar atentamente a una persona, sin más.

El ego equipara Tener con SER. Tengo, luego soy. Cuanto más tengo, más soy: "Yo, mi, me, mío, más que, necesito, quiero, tengo que tener, no es bastante, todavía no tengo suficiente..."

El ego nunca quiere lo que hay, el momento presente. Vive el presente con los ojos del pasado y se proyecta en el futuro. Dice: "cuando acabe la carrera, cuando tenga mi propio piso, cuando me independice de mis padres, cuando tenga novia, cuando tenga un físico atlético…entonces seré feliz" 

LO CONTRARIO DEL EGO ES LA PRESENCIA. Cuando sientes una profunda paz interior sin que haya una razón aparente. Todos en algún momento de nuestro día a día somos capaces de disfrutar de este momento.

El ego siempre desea lo que no tienes, busca más cosas con las que identificarse. El problema es que la satisfacción con la nueva pertenencia dura muy poco, porque rápidamente surge una nueva necesidad. Tienes que tener muy claro que ninguna posesión, ningún lugar, ninguna persona te dejará satisfecho. Siempre estarás buscando algo más. Este es el origen de esa sensación de vacío interior que todos tenemos.

Eckhart Tolle.