DESDE LAS PLEYADES

EL PROCESO DEL AMOR 

EL Amor es algo muy íntimo.

No se parece a nada y al mismo tiempo es poderoso y preciso. Puede modificar en un abrir y cerrar de ojos la vida de una persona.

Las cosas corrientes se llenan de pasión, pero eso es tan sólo el aspecto superficial de lo que ocurre. En lo más profundo, el amor es una energía tan sutil que lo une todo.

A diferencia de la energía física que está muerta, el amor es vivaz y despierto.

Cuando amas a alguien, todo lo suyo te parece maravilloso, vibráis. Un simple roce hace que una descarga eléctrica te recorra el cuerpo. Ese es el segundo nivel, justo por debajo de la superficie.

Si profundizas, verás que el amor cambia otra vez. Se vuelve cósmico, lo que llamamos el pegamento del Universo. Planifica y organiza. Lo mantiene todo unido y evita que se separe. Ahí tienes otro nivel.

Sin embargo, si profundizas más, sucede algo nuevo. 

El amor teje el tiempo, de manera que todo sucede cuando tiene que suceder. 

Y, finalmente, cuando llegas a la fuente, el Amor es tu Alma.

Descubres que el Amor es la esencia de todo lo real. Tu alma es tu parte divina, y como es la Fuente, ahí puedes crearlo todo.

La Divinidad que hay en ti es la fuerza creativa que lo observa todo en silencio con Supremo Amor e Inteligencia.

Y aquí es donde interviene el proceso.

“Una vez que has vislumbrado el resplandor del alma, que está siempre ahí para que la veamos, comienzas a eliminar todas las sombras que ocultan la realidad”.

Te observas a ti misma y decides que quieres que el amor te transforme. Tu ego, que se resistió durante tanto tiempo, ahora dice: Enséñame cómo va esto; puedo hacerlo. Tu mente dice: Dime cuál es el problema, puedo resolverlo. 

Tus emociones dicen: Nos parece bien, pero también estamos confundidas y asustadas.

Ahora escucha. Te digo que ninguno de ellos tiene la respuesta. Si la tuvieran, ya habrías cambiado. 

De modo que no dejes que el ego te dirija, no dejes que tu mente crea que tiene la solución, y no dejes que tus emociones te desanimen.

No hace falta que sigas buscando el Amor. Es él el que te busca a ti y no descansa nunca porque ES tu materia prima.

Elige cada momento con Amor.

Contempla cada momento con Amor.

Si el Amor te hace señas, síguele. No eres responsable de lo que el Amor consigue.

Te ENTREGAS a él, y vas donde él te guía.